Fred Harris le dio una segunda oportunidad a Green e insistió enviando cartas al juzgado: "Era miembro de nuestra iglesia", "Gregory es un hombre arrepentido", según relata el periódico 'The Mirror'. El pastor le quiso dar una segunda oportunidad porque cuando ocurrió el asesinato, él mismo llamó al 911 y le dijo a la policía que acababa de matar a su pareja.

El pastor tenía una hija de la edad de Green, Faith, una madre soltera con dos hijos, Kara y Chadney, vivían en Michigan. Dos años después se casaron y tuvieron dos hijas, Koi y Kaleigh. Al tiempo de quedarse embarazada de su segunda hija, Faith vio como algunos comportamientos de su esposo no eran normales.

En 2013, le puso una orden de alejamiento alegando que su marido la amenazaba todos los días, siendo esta petición denegada. Al tercer intento de realizar una orden de alejamiento, Faith pidió el divorcio a Green.

Al enterarse de la petición del divorcio, Green no permitía que otra persona que no fuese él tocase a su familia. Cogió a sus dos hijas biológicas, manipuló el tubo de escape del coche y ató a las niñas intoxicándolas con el monóxido de carbono. Cuando vio que estaban envenenadas por completo las llevó a sus camas.

Después del asesinato de sus hijas, agarró a su mujer, la violó, la ató con cinta y cremalleras en una silla de su sótano, le corto la cara con un cuchillo, le disparó en el tobillo y llevó a sus dos hijos mayores para matarlos delante de ella. Después de asesinar a sus cuatro hijos, llamó a la policía como en su primer asesinato.

Los servicios de emergencia trasladaron al hospital a los heridos, lograron salvar a Faith pero ninguno de los cuatro hijos sobrevivió. "No tenemos muchos casos como este, es una situación muy trágica. No hay palabras para explicar lo que ocurrió aquí, es una tragedia en todos los sentidos de la palabra", expuso el alcalde de Dearborn Heights, Dan Paletko a 'The Mirror'.

La Fiscalía acusó a Green de haber planeado los asesinatos ya que una semana antes compró la tubería para envenenar a sus hijas. Cuando Faith se recuperó fueron a juicio. "Eres un estafador, eres un monstruo", "Eres un demonio disfrazado", comentó entre sollozos. Gregory no paraba de decir que "es buena persona", finalmente ha sido condenado a cadena perpetua.