Además de ir juntos a clase, ambos vivían en el mismo bloque de viviendas en Goiania, en Brasil. Tamires Paula de Almeida, la joven de 14 años, fue apuñalada diez veces en los brazos, el tórax y el cuello por su compañero, según informa 'Daily Mail'.
El joven declaró que quería convertirse en asesino en serie, por lo que tenía planeado asesinar a otras dos compañeras más. El adolescente, de 13 años, esperó a que Tamires entrase en el ascensor y, entonces, la arrastró hasta la salida de emergencias. Primero intentó asesinarla con golpes en la cabeza pero, al ver que no funcionaba, decidió apuñalarla. Una vecina del edificio encontró el cuerpo de la joven. La madre de la chica, aunque estaba en el edificio, no escuchó los gritos de su hija. Según la Policía, las cámaras de seguridad muestran cómo el asesino la empuja dentro del ascensor.
Tras asesinar a Tamira, el chico fue a confesárselo a un profesor del colegio, con el cuchillo ensangrentado como prueba. "Me pidió que llamara a una ambulancia porque había apuñalado a una persona en su edificio", explica el maestro Cezar Sabino, quien inmediatamente llamó a la Policía. Los agentes se llevaron al acusado de vuelta al edificio ya que confesó que "quería matar a otras dos chicas de la misma clase", además de Tarmires, y afirmó que la había asesinado porque había fantaseado con "la idea de matar".