La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha absuelto a un hombre acusado de intentar tirar a su hijo por la ventana al descartarse que solo tratara de abrazarlo. Así mismo, la sala le absuelve del delito de acoso que también se le imputaba y le condena a nueve meses de prisión como autor de un delito de coacciones en al ámbito de la violencia de género.

La sentencia, facilitada por el TSJCV, considera probado que el acusado, que presenta "rasgos de personalidad del cluster B que supone un trastorno límite de la personalidad, pero que no afecta a su capacidad cognitiva para distinguir el bien del mal ni la capacidad volitiva", tenía la relación matrimonial "deteriorada", puesto que su mujer llegó a plantearle el divorcio.

Así, el procesado, trataba de superar la crisis "complaciendo a su esposa y proponiéndole que fueran al psicólogo para hacer terapia , actitud quey agobiaba más a la mujer".

El día 7 de diciembre de 2016 el procesado acudió a solicitar ayuda psicológica por los problemas conyugales, mostrándose angustiado, nervioso y desbordado, y relató que era por la separación planteada por su esposa y solicitó medicación.

Dos días más tarde, el matrimonio tuvo una discusión y la mujer se fue con los dos hijos a casa de sus padres y comunicó a su marido que habían terminado.

El día 10, el acusado se presentó en el domicilio de sus suegros y entabló una discusión en el salón delante de los menores una vez que el procesado vio un papel de la Guardia Civil y entendió que su esposa tenía la firme intención de separarse.

En un momento determinado, el acusado cogió las llaves de la vivienda familiar y las del coche, por lo que se produjo un forcejeo. Entonces el procesado nervioso empezó a decir que iba "a cometer una locura", se dirigió a una ventana, levantó la persiana y dijo que se iba a suicidar, a lo que contestó su suegro en esas circunstancias de nerviosismo que lo hiciera.

En un instante el procesado se agachó hacia su hijo de siete años que estaba sentado en una banqueta y lo llevó hacia él para abrazarlo, momento en que su suegro, creyendo que pretendía tirarse con el niño por la ventana o arrojar al niño por la misma, se abalanzó sobre su yerno para impedírselo y le arrebató al niño.

La Audiencia considera que no existe tentativa de homicidio, pues "no es descartable ni irrazonable la alternativa de que se trataba de un abrazo a su hijo quien lloraba al lado, como un acto espontáneo de emotividad en tal situación para consolarlo, sea para despedirse si pensaba realmente suicidarse".