La búsqueda de Anna y Tomás en aguas de Tenerife afronta 48 horas decisivas. El buque Ángeles Alvariño centra sus esfuerzos en un objetivo que podría ser clave para localizar el cuerpo de Tomás Gimeno o el de su hija de un año, Anna.

El rastreo del sonar se centra en localizar el cinturón de buceo con el que creen que el padre de las pequeñas se habría arrojado al fondo del mar, según desvela el jefe de Investigación de laSexta, Manuel Marlasca. Un cinturón con plomos que pesaría unos 8 kilos y que habría servido para lastrar el cuerpo de Gimeno, aficionado al buceo.

La Guardia Civil confía en que en estas 48 horas puedan encontrar alguna pista sobre Anna y Tomás Gimeno. El plazo para esa búsqueda, si no hay un hallazgo importante y un juez no lo impide, concluye a última hora de este miércoles.

"Mantenemos el ánimo y la ilusión de poder encontrar el resto de los indicios que nos permitan dar por cerrado un capítulo que es tremendamente doloroso y que nos tiene a todos compungidos al ver hasta qué extremo puede llegar la violencia vicaria", ha destacado la directora de la Guardia Civil María Gámez.

Preguntada por lo que se hará tras la marcha del Ángeles Alvariño de Tenerife si no se encuentra a Anna y a Tomás Gimeno, ha respondido que "la Guardia Civil no termina ni da por cerrado ningún caso hasta que no se tienen todas las pruebas concluyentes".

En este caso, los agentes estarán "en manos" del juez de violencia de género que lleva el caso, que será quien determine "hasta donde llegar" con la investigación, ha explicado la directora general de la Guardia Civil.

Además, ha agradecido la colaboración prestada por el Instituto Español de Oceanografía tras conceder tres prórrogas para disponer del buque y a la treintena de personas que componen la tripulación y que han trabajado "sin descanso durante 24 horas al día" desde el 30 de mayo.

Igualmente, ha mostrado "todo el apoyo y condolencias" a la madre de las niñas, lamentando que, como indica el auto hecho público, ahora se conoce que cuando mantuvo el primer encuentro con la Guardia Civil ya se había producido el asesinato, aunque entonces solo se tenía constancia de una "no entrega" de las niñas a su madre por parte de su padre, y "no podíamos conocer ninguno los hechos que lamentablemente después se han sacado a la luz".