Los datos del brote de Sevilla dejan, hasta el momento, 12 positivos en el virus del Nilo. No ha sido ninguna persona la que lo ha transportado —según informan las autoridades sanitarias y la propia OMS, esta enfermedad no se transmite así, salvo en casos muy puntuales, como transfusiones de sangre o contagios de una madre al feto—. La culpa la tienen los mosquitos: las hembras que necesitan sangre para la puesta de huevos. Normalmente, las picaduras de estos insectos no pasan más allá de la irritación de quien sufre la punzada. El problema está en si el mosquito absorbe sangre contaminada. Ahí es donde nacen las infecciones.

En un fallido intento por dar con el culpable de esta infección, el consejero de Sanidad comunicó el pasado jueves en rueda de prensa qué especie de mosquito, supuestamente, había propagado la enfermedad. Según Jesús Aguirre, había sido un "Aedes japonicus Cúlex". Esto no es solo improbable, puesto que la raza Aedes japonicus solo ha sido avistada en Cantabria y Asturias, sino que además es inverosímil: "No existe el Aedes japonicus Culex. O es Aedes, o es Culex, son cosas diferentes", asegura Mikel Bengoa, experto en el estudio de mosquitos, a laSexta.com.

A lo largo de los últimos días, se ha especulado con que el mosquito japonés ha sido el causante de estos contagios. Nada más lejos de la realidad, porque el clima y las condiciones de vida de la comunidad andaluza no concuerdan con las necesidades de un mosquito que, además de en el norte de España, se ha asentado en países fríos como Suiza, Alemania y Austria. Ahora bien, dejando a un lado la rueda de prensa de Salud, los expertos sí que barajan varios de mosquitos, del mismo género, que podrían haber causado el brote del virus del Nilo. Y son mucho más próximos a nosotros de lo que podíamos imaginar.

El mosquito común: sospechoso número uno

Antes de señalar al mosquito que probablemente haya causado este brote, hay que atender a la terminología. ¿Qué es Aedes y qué es Culex? Hay una diferencia sencilla entre ambos, pero también muy grande: los mosquitos de género Aedes suelen, en la gran mayoría de casos, provenir del extranjero (aunque también existen algunos autóctonos). De ahí que hablemos de razas como el Aedes japonicus (mosquito japonés), Aedes koreicus (mosquito de Corea), Aedes albopictus (mosquito tigre, que también es asiático), etcétera.

Por otro lado, están los mosquitos de género Culex, que son de nuestro país, y llevan el suficiente tiempo en el territorio como para no ser considerados "mosquitos invasores". Es precisamente en el género Culex donde reside la clave, porque la variante pipiens, que básicamente es el mosquito común —el que nos pica en cualquier noche de verano—, es la más sospechosa de haber propagado esta enfermedad en Sevilla.

Como ya advertía el Instituto de Salud Global de Barcelona en 2017, son varias las especies de género Culex capaces de transmitir el virus del Nilo Occidental (WNV, por sus siglas en inglés). Es más, "al menos desde 2010, afecta a caballos y también ha habido casos en humanos en ese mismo año", informan en el artículo citado. La Fundación IO advierte también de que, además del WNO, el mosquito común es capaz de transmitir flavivirus como la encefalitis japonesa, y alguna que otra especie como el Culex quienquefasciatus ha sido asociado con otros virus como el Zika, Chikungunya o Wuchereria bancrofti.

De este modo, los expertos coinciden en que es mucho más probable que la enfermedad la haya transmitido una raza autóctona, con casos documentados en el sur de España, y más concretamente en Andalucía, que otras especies menos habituales, descubiertas hace relativamente poco, y que viven en ámbitos mucho más fríos y de montaña.

Recomendaciones para evitar las picaduras de mosquito

Ante la alerta causada en Coria del Río y La Puebla, la Junta de Andalucía ha emitido un comunicado donde se recogen una serie de recomendaciones para evitar la picadura de este insecto.

En primer lugar, es fundamental hacer un buen uso de los repelentes antimosquito, seguir estrictamente las recomendaciones sobre el modo y frecuencia de uso descritos por el fabricante y, si se usa crema para el sol, aplicarla primero, dejar absorber durante veinte minutos y, entonces, aplicar dicho repelente.

También hay que evitar las zonas húmedas y oscuras, porque son los lugares preferidos para el descanso de los mosquitos. Por ello, se recomienda no pasear por ellas, limpiar las aguas residuales que pueden suponer focos para la cría de huevos de mosquito, como ocurre con algunas plantas y maceteros, y evitar estar al aire libre al amanecer o al atardecer.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que las luces son un gran atrayente para estos insectos. Los mosquitos suelen revolotear cerca de nosotros cuando tenemos nuestra habitación iluminada o incluso cuando a oscuras estamos con algún aparato electrónico que genera luz intensa (ordenadores o dispositivos móviles). Por ello, se recomienda apagar las luces cuando no sea necesario y usar mosquiteras para protegernos dentro de casa.

Junto con eso, en la medida de lo posible, hay que utilizar ropa que nos cubra la piel, tener una higiene adecuada y no usar perfumes intensos, que suelen ser atractivos para este tipo de insectos.