Denuncias de acoso
El PP usa el acoso sexual como arma arrojadiza contra el PSOE sin rastro de autocrítica
El contexto Los casos de acoso sexual hacen mucho daño al partido socialista, y el Partido Popular lo sabe. Y lo están intentando aprovechar. Feijóo, de hecho, ni siquiera ha sacado la sentencia del fiscal general y ha ignorado los casos en su propio partido, como los supuestos abusos del alcalde de Algeciras.

Resumen IA supervisado
El Partido Popular está aprovechando los casos de acoso sexual que afectan al Partido Socialista para atacar al Gobierno de Pedro Sánchez. Durante una sesión de control, Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, criticó el "silencio en la Moncloa" respecto a estos casos, destacando la reciente dimisión de José Tomé tras una denuncia interna. Cuca Gamarra y otros miembros del PP han acusado al PSOE de silenciar las denuncias. Feijóo también criticó a Sánchez por su postura feminista, mientras Sánchez respondió señalando casos de acoso en el PP. Además, se han revelado chats entre concejales del PP en Algeciras, denunciando supuestos abusos del alcalde José Ignacio Landaluce.
* Resumen supervisado por periodistas.
Los casos de acoso sexual hacen mucho daño al partido socialista, y el Partido Popular lo sabe. Y lo están intentando aprovechar atacando por ahí cada día, y no lo van a soltar. Este miércoles en la sesión de control, Feijóo ni siquiera ha sacado la sentencia del fiscal general. El líder del PP tenía perfectamente claro dónde y cómo debía atacar a Pedro Sánchez, sobre todo tras la dimisión este miércoles de José Tomé como presidente de la Diputación de Lugo tras una denuncia interna.
"Las mujeres lo que esperaban es, en primer lugar, que las creyeran, y en segundo lugar que no perdieran sus denuncias", ha dicho Cuca Gamarra. Ester Muñoz, por su parte, ha señalado sobre estas denuncias que "veían que el PSOE las tapaba" mientras Jaime de los Santos ha afirmado que "silencia las denuncias de acoso sexual".
"Se quedan en los cajones las denuncias de los militantes socialistas", ha increpado Gamarra. De los Santos y Muñoz han apuntado también al caso de Paco Salazar con frases como: "después de bajarse la bragueta frente a las trabajadoras" y "se bajaba la bragueta y se la subía en su cara", respectivamente.
Además, han recriminado la comida de Pilar Alegría con Salazar, de la que la ministra de Educación ya dijo que fue un "error" y que "no se tendría que haber producido".
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha recriminado en el Congreso el "silencio en la Moncloa para quien acosa a las compañeras" y ha señalado que "no es un caso aislado, es un código de conducta". Ante lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha contestado que "el acoso laboral [en una equivocación cuando quería decir sexual] es un problema estructural, sistémico" y que "el feminismo a todos nos da lecciones, a mí el primero".
Feijóo ha replicado a esto que "la lección de feminismo se la debieron de explicar a usted en los prostíbulos". Y Sánchez ha recordado entonces los casos de acoso sexual que también acarrea el PP: "Qué es lo que han hecho ustedes en Algeciras, con el alcalde, o con el alcalde de Estepona, lo mismo que hicieron en Ponferrada con el caso Nevenka. Nada".
"Ha pasado usted de hermana yo sí te creo a calladita estás más guapa", ha contestado Feijóo. A lo que Sánchez ha afirmado que "este es el Gobierno que más apoya a las mujeres y si hay una amenaza, es la coalición negacionista que forman usted con el señor Abascal".
El PP ha seguido esta estrategia cuando se han conocido también los chats entre concejales de este mismo partido en Algeciras que relatan los supuestos abusos del alcalde de la localidad, José Ignacio Landaluce, y que han sido aportados en una denuncia presentada por el PSOE.
En esas conversaciones entre ediles 'populares' se habla incluso de agresiones físicas. "Esta mañana para apartarme de la mesa del chocolate me tocó el culo delante de todo el mundo...", relata una de las concejalas del PP. Otra representante cuenta un episodio similar: "Ya me ha metido mano por debajo de la mesa, se ha dado cuenta todo el mundo".
Mensajes en los que también se habla de exigencias de carácter sexual. "Se enfadó conmigo porque entró al baño y yo estaba lavándome las manos con la cremallera del pantalón bajada para hacer pis, y me dijo: 'A ver, que quiero mirar'. Cerré la puerta de un golpe", detalla también esa segunda concejala.
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