La posible fusión de PP y Ciudadanos podría hacerse realidad por deseo de populares y del expresidente de la formación naranja, Albert Rivera. Según publica 'La Razón', estos movimientos ya habrían empezado, dentro de unos contactos que las dos partes mantienen de manera frecuente. Según el citado medio, tanto el PP como Rivera estarían de acuerdo en que es necesaria una reunificación del centroderecha.

La periodista Carmen Morodo, que firma dicha información, ha precisado en Más Vale Tarde que estos contactos son "habituales, continuos y cada vez más frecuentes" entre Rivera y la dirección del PP, en concreto, con su presidente, Pablo Casado, y su número dos, Teodoro García Egea.

De acuerdo con la periodista, Rivera "es muy crítico con la estrategia de acercamiento al PSOE" de Inés Arrimadas y "considera que no se están gestionando bien las cosas que él dejó en herencia", pero, aunque "hay quien especula dentro del PP" con su fichaje en esa operación de fusión, no hay confirmación de que el expresidente de Cs tenga idea de volver a la primera línea política.

Los populares, por su parte, no esconden su voluntad de que esa fusión se produzca, a juzgar por las palabras de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que este jueves ha manifestado su deseo de que "cada vez más, nos entendiéramos entre nosotros porque cuando no lo hemos hecho, como hemos visto, los resultados son catastróficos".

Para el portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, esta unión se debe hacer en torno al PP porque, según sostiene, son los únicos que pueden construir ese proyecto común. "Ciudadanos en estos momentos creo que no reúne esos condicionantes, por tanto el PP no solo tiene el liderazgo, tiene también la responsabilidad, y el PP lo preside Pablo Casado", ha aseverado.

Sin embargo, el partido naranja no cree ni en la fusión ni en la absorción. Su líder, Inés Arrimadas, afirma que la formación de Casado quiere evitar que se hable de sus resultados electorales en Cataluña y que por eso "saca esto como cortina de humo". "Somos dos partidos diferentes, en Europa estamos en grupos diferentes", ha recordado.

Por su parte, el portavoz adjunto de Cs, Edmundo Bal, no cree que Rivera esté moviendo hilos en la sombra para propiciar esa fusión. "Él dijo que se iba de la política, que no iba a tutelar nunca Ciudadanos y que no quería ser -y son sus palabras, no las mías- un jarrón chino de la política", ha afirmado este mismo jueves.

Para el líder de Vox, Santiago Abascal, si esa absorción no se ha llevado aún a cabo es porque priman los personalismos. Así lo ha indicado en una entrevista en 'esRadio', donde ha defendido que, a su juicio, "es bueno para España". "Las pequeñas ambiciones personales, que espero que se superen, pueden estar detrás de las dificultades que encuentran para una operación de esa naturaleza.

El último Barómetro del CIS reforzaría las posiciones de Ciudadanos, que se mantiene, mientras que el PP perdería casi dos puntos con respecto a enero, tras la confesión escrita de Bárcenas ante la Fiscalía, en la que señalaba directamente al expresidente Mariano Rajoy.