En su primera visita a Cataluña desde la investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat, el rey Felipe ha presidido esta cena previa al MWC en el Gran Teatre del Liceu, donde ha sido recibido por el jefe del Gobierno catalán, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, así como por la delegada del Gobierno, María de los Llanos de Luna.

En su discurso, el primero que pronuncia desde el pasado 6 de enero, Felipe VI se ha dirigido a los invitados fundamentalmente en inglés, si bien con algunas frases en castellano y en catalán, idioma en el que ha recordado que la consideración de Barcelona como "capital mundial del móvil" es fruto de la "suma de esfuerzos y voluntades" entre las Administraciones y entidades implicadas.

Tras citar entre ellas al Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Ministerio de Industria, el Rey ha recalcado que "este es el camino para garantizar la prosperidad de todos: trabajar juntos teniendo siempre como fin el bien común".

El Congreso Mundial del Móvil y esa capitalidad internacional de Barcelona son "buena prueba" de ello y "un ejemplo de cómo el compromiso entre las diferentes Administraciones impulsa el progreso colectivo y, para las grandes cosas, atiende mejor el interés general de todos los ciudadanos", ha concluido el jefe del Estado, con estas palabras en catalán.