El Gobierno de Aragón ha ordenado el sacrificio de la totalidad de los visones, 92.700, de una explotación de La Puebla de Valverde (Teruel), una medida "drástica", después de que hayan aumentado los contagios de coronavirus entre los animales en los cuatro test realizados desde mayo.

El sacrificio preventivo durará varios días, pero la principal novedad para el destino final de estos animales es que, una vez finados, no se les arrancará la piel.

Además, el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, ha insistido en que "no se puede trasladar ninguna certeza" sobre si ha habido o no transmisión de personas a animales o viceversa y que es precisamente el "elevado grado de incertidumbre" existente el que ha llevado a tomar esta "drástica decisión"

¿Por qué sacrificarlos?

La primera razón que dan los expertos es que se hace por salud pública y por bienestar animal. Víctor Briones, catedrático de Sanidad Animal de la facultad de Veterinaria de la UCM recuerda que "es una enfermedad para la que no hay tratamiento y por ello es difícil que se pueda hacer algo con estos animales que no sea sacrificarlos porque suponen un peligro para cualquier persona que los manipule".

En segundo lugar, porque pertenecen a la familia de los mustélidos, como los hurones, que es la que más facilidades presenta para infectarse de coronavirus. Víctor Briones explica que "estos animales se infectan aunque no presenten sintomatología".

¿Por qué no se contempla el sacrificio para gatos o perros infectados?

Pese a que el catedrático aclara que los gatos pueden contagiarse e incluso presentar algo de sintomatología y que un perro podría llegar a contraer el virus, a los visones les ha condenado 'su modo de vida'.

Estos visones criados para peletería viven hacinados en granjas con altísima densidad de población, generando ambientes con una gran carga vírica. Y es más sencillo aislar a un gato doméstico para evitar transmisiones, que a miles de visones agrupados en jaulas.

Laura Moreno, portavoz de WWF España, asegura que son medidas tan drásticas que "han puesto en evidencia que estas granjas son un peligro para nuestra salud.

La transmisión del coronavirus de animales a personas aún no se ha demostrado. De hecho, la hipótesis del contagio de los visones de Teruel es que siete trabajadores positivos el 22 de mayo se lo transmitiera a los animales.

Antes que los visones turolenses, se tomó la misma decisión con cientos de miles de estos animales en Holanda y Dinamarca.