Interior ha vuelto a sacar a 200 personas del puerto de Arguineguín, en Gran Canaria. Algunos han sido trasladado a hoteles y otros a un campamento militar levantado en Las Palmas.

ElMinisterio de Defensa ha creado un nuevo Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) en Barranco Seco, al norte de la isla, para poder alojar a gran parte de ellos. Otros serán distribuidos en diversos alojamientos. Una respuesta más concisa a la que se dio ayer, cuando se trasladó a Las Palmas de Gran Canaria a más de 200 migrantes sin ser este su destino definitivo.

Ya esta mañana en el Congreso, el ministro Grande-Marlaska adelantó esta medida y desde entonces se han montado las carpas y se han ido habilitando las camas y los baños portátiles para albergar a unas 200 personas.

En los últimos días, según Interior, "se han realizado de forma intensa y continua los trabajos de logística y habilitación necesarios para poder dotar al nuevo CATE de Barranco Seco de las instalaciones y los servicios pertinentes para garantizar la atención a los migrantes y el desarrollo del trabajo policial".

A lo largo de la tarde se ha seguido desalojando el muelle en autocares con destino el campamento. Sin embargo, aún hay más de 2.000 migrantes esperando, hacinados, sin recursos y sin lugar a donde ir en el muelle de Arguineguín.

Liberados anoche sin lugar a dónde ir

Anoche, el Ministerio de Migraciones realojó en un complejo de bungalós de Maspalomas (Gran Canaria), el Vista Oasis, a 139 de los inmigrantes marroquíes que se habían concentrado ante la Delegación del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria después de que la Policía les facilitara abandonar el campamento de Arguineguín sin un recurso de acogida, según ha denunciado la alcaldesa de Mogán.

"Muchas gracias. Mercy beaucoup", han sido las palabras más escuchadas mientras estos 139 inmigrantes, todos varones jóvenes, se subían a los tres autobuses fletados de emergencia esta misma noche para responder a la situación que ha generado la salida no prevista de 227 personas del campamento de Cruz Roja en Arguineguín.

Sobre las 16.00 horas, la Policía facilitaba que esas personas salieran del muelle, con el argumento de que habían superado las 72 horas de retención que autoriza la ley para tomar la filiación a los inmigrantes irregulares, sin que ninguno estuviera sujeto a cuarentena o restricción de movimientos por razones de índole sanitario.

La salida de esas personas del muelle directamente a la calle, sin un recurso de acogida programado para ellas, cogió por sorpresa al Gobierno de Canarias, al Ayuntamiento de Mogán y a las ONG.

El ayuntamiento de la localidad ha acusado directamente a la Delegación del Gobierno de permitir la salida de los migrantes, aunque fuentes de Defensa e Interior no confirman este extremo y apuntan que investigan por qué se ha producido esta situación. Además, desde el consistorio apuntan que la Delegación del Gobierno pretende permitir la salida de otras 250 personas del muelle, donde permanecen hacinados unos 2.000 migrantes

Finalmente Migraciones y el Gobierno de Canarias se coordinaron con otras administraciones, como el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la Cruz Roja, para preparar una alternativa que evitara que nadie durmiera en la calle. Se recurrió a contratar otro de los complejos turísticos del sur de Gran Canaria que llevan tiempo vacíos por la crisis que ha provocado en el sector la pandemia de coronavirus.

Y todo ello justo en el día en el que la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la provincia de Las Palmas (FEHT) y los sindicatos UGT y CCOO habían pedido al unísono que los inmigrantes dejen ya las plazas hoteleras y que las zonas turísticas se preparen ya para retomar la actividad en la temporada de invierno.

Con las gestiones para realojarlos en curso, varias decenas de ciudadanos acudían a la plaza de la Feria a ofrecer agua, algo de comida y apoyo a los inmigrantes allí abandonados.

Algunos lo hacían a título particular; otros en representación de organizaciones muy implicadas en esta materia, como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) o la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias.

De los más de 180 que llegaron por la tarde, han abandonado la plaza en autobuses supervisados por la Cruz Roja 139 personas, en tres grupos de 60, 36 y 43 que partieron rumbo a Maspalomas entre las 21.30 y las 22.40 horas.