En El Ventorro
Maribel Vilaplana rompe su silencio sobre su comida con Mazón: "No era consciente de lo que pasaba; el presidente no me trasladó ninguna inquietud"
¿Qué ha dicho? La periodista, que comió con el president valenciano el día de la tragedia que se saldó con 228 muertos, explica todo lo que hizo durante la jornada y que durante la cita con el 'popular' no era consciente de lo que estaba ocurriendo. "A los responsables les corresponde dar las explicaciones que yo no puedo dar", señala.

La periodista Maribel Vilaplana ha roto este viernes su silencio, diez meses después de la fatídica DANAque arrasó la Comunidad Valenciana y que dejó 228 muertos, y ha querido dar explicaciones sobre lo sucedido durante la famosa comida con el president Carlos Mazón en El Ventorro. La comunicadora, consejera portavoz del Levante U.D. desde 2023 ha cargado con dureza contra quienes la han criticado y ha asegurado que aquel día, durante le encuentro con el 'popular', "no era consciente de lo que pasaba".
"Quiero dejar claro que en el momento en que me marché de la reunión no era consciente de la gravedad de lo que estaba sucediendo en otras localidades valencianas, porque en la ciudad no llovía y eso me hizo sentir todavía más ajena a la situación", cuenta. "Al regresar a casa, empecé a tomar verdadera dimensión de lo ocurrido", agrega en un comunicado de varias páginas, en el que también relata que en su cita con Mazón le ofreció presentar una candidatura a un cargo en la televisión autonómica que rechazó y estuvo hablando de la situación de la televisión.
En este contexto, Vilaplana afirma que durante ese encuentro el presidente valenciano comenzó a recibir llamadas, pero que ella siguió "en el restaurante ajena a esas comunicaciones". "No pregunté, no participé, ni conocí en ningún momento su contenido, y el presidente tampoco me trasladó ninguna inquietud al respecto. Actué, como siempre he hecho, desde la discreción y el respeto que me caracterizan", asevera, a la vez que afirma que estar allí aquel día "fue una maldita coincidencia y un horrible golpe de mala suerte".
Según la periodista, esas múltiples llamadas "interrumpieron" la conversación entre ambos y llevaron a que la comida se alargara más de lo necesario, concretamente hasta las 18.30 o 18.45 horas. Tras acudir a casa y darse cuenta de la catástrofe, Vilaplana afirma que se puso en contacto con el president para trasladarle su "angustia" y que le pidió "de forma muy clara" que su saliera su nombre ligado a la situación que se estaba viviendo.
"Una auténtica pesadilla"
"Le expliqué que me parecía profundamente injusto quedar vinculada a un capítulo tan doloroso cuando no había tenido absolutamente nada que ver", escribe la comunicadora. "Ese fue mi error, porque ese silencio, aunque bienintencionado, alimentó la especulación y, cuando finalmente se supo, desembocó en un acoso brutal", añade.
A partir de ahí, Vilaplana relata cómo vivió las críticas después de que saliera a la luz su encuentro con Mazón. "Los días posteriores fueron una auténtica pesadilla. Me sentí absolutamente perdida. Entré en un shock que me llevó a un ingreso hospitalario", comenta. Después de esto y tras ser dada de alta pidió a una persona de su confianza que lanzara un comunicado. "Pero no fue suficiente", espeta, a la vez que expone que creía que finalmente todo pasaría y se aclararía.
"Durante estos diez meses he vivido sometida a una presión insoportable. He sido objeto de un acoso constante, de insultos, de burlas y de un escrutinio injusto. Estoy en tratamiento psicológico con un diagnóstico de estrés postraumático", dice y lanza un órdago apuntando a que si ella no hubiera sido mujer la situación habría sido distinta. "¿Realmente habría pasado lo mismo si en lugar de una mujer hubiera sido un hombre quien se reunió con el presidente?", se pregunta.
"Enfoque profundamente sexista"
La periodista cree que "ese enfoque profundamente sexista de la situación", ya que se llegó a decir que mantenía una relación sentimental con Mazón "ha servido como cortina de humo para desviar la atención de lo verdaderamente importante: esclarecer las responsabilidades".
Así, asegura que "no se puede construir un relato cargado de insinuaciones y morbo" y pide "respeto" para ella, su familia y las víctimas de la DANA. "A ellas es a quienes les debemos sensatez. Les debemos que su dolor no se utilice ni se banalice", manifiesta. Finalmente, pide que se esclarezcan las responsabilidades.
"Y a los responsables les corresponde dar las explicaciones que yo no puedo dar, porque nunca he ostentado ningún cargo público ni ese día tuve capacidad de decisión alguna", afirma. "El foco debe estar donde corresponde: en las personas que aquel día tenían responsabilidades y poder de decisión", remata.