Aumenta la tensión sobre la familia Pujol ante la escasez de información que se ha proporcionado tras la confesión del expresidente de la Generalitat. Ante la presión mediática originada en torno a ellos, la familia tuvo que avisar a los invitados de un cambio del lugar para celebrar el bautizo de la bisnieta de Jordi Pujol.
Tan solo unos días atrás, el evento familiar estaba siendo preparado en otra iglesia. Sin embargo, debido a los múltiples escándalos en los que se han visto envueltos, los Pujol quisieron despistar a la prensa. Para ello, comunicaron a través del servicio de mensajería Whatsapp el cambio de iglesia a los invitados la noche anterior a la celebración.
A la mañana siguiente, Jordi Pujol Jr, abuelo de la homenajeada, decidió despistar a los periodistas. En su intento de rápida huida hacia el pueblo de Das, en Girona, para asistir al bautizo, casi atropellaba a un reportero.
No obstante, la casualidad quiso que los periodistas, que había perdido la pista del lugar donde se celebraría la ceremonia, entraran a tomar un refrigerio en el mismo restaurante donde compartían mesa los cuarenta miembros de la familia Pujol que habían acudido al acto.
Este hecho pareció molestar tanto a Jordi Pujol Ferrusola como a su hijo. Mientras el más joven de los dos gritaba, según el diario ABC, "chapa la cámara, prima, chapa la cámara" al mismo tiempo que intentaba ocultarse el rostro, el primogénito del clan salió a la puerta y arremetió contra los reporteros en castellano.
Éste generó momentos de tensión con palabras fuera de tono y amenazas. Incluso, algunos coches de los miembros de la prensa aparecieron con las ruedas pinchadas. En el pueblo, al parecer, no parecieron enterarse de nada.
Digna de una película de Coppola, los Pujol ha demostrado que, además de estar juntos en los negocios, son una familia unida también para las celebraciones en estos difíciles momentos.