Ningún alumno va al Instituto en A Illa de Arousa, Pontevedra. Su director se opuso a empezar el curso, en septiembre, sin los profesores necesarios. Como represalia, la Xunta lo ha destituido. Padres y profesores se han plantado, y en vez de clases, han tenido cacerolada. De 207 alumnos, sólo uno ha ido a clase tras la Navidad, y porque sus padres no tenían dónde dejarle.

Alfonso Malvido fue cesado al finalizar 2013. La Xunta argumenta que lo ha destituido porque considera que se excedió en sus funciones por retrasar el inicio del curso. Sus compañeros lo apoyan: "Hay unión en toda la comunidad educativa, la Xunta ha jugado a dividirnos", en palabras de Susana Sánchez Arins, actual directora del centro.

Como director ha sido muy crítico con los recortes que ha sufrido su instituto. Los padres consideran la decisión injusta. El lunes acaba este duelo de clases cerradas por el director, pero no las protestas.