Cuestión de cartas y "ambigüedad contradictoria"

El Gobierno insiste en que España dedicará un 2,1% al gasto en defensa, pese a las palabras de Rutte: "La carta nos ampara"

El contexto A horas de que se celebre la cumbre de la OTAN, el secretario general de la Alianza Transatlántica y el presidente del Gobierno mantienen un tira y afloja verbal, en cuanto a lo que debe dedicar España a la partida militar.

Imagen de archivo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Mark Rutte, secretario general de la OTAN. Imagen de archivo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Mark Rutte, secretario general de la OTAN. EFE/ Miguel Angel Molina
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El Gobierno defiende el pacto conseguido este domingo con el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, y asegura que España cumplirá con sus objetivos de capacidades sin invertir más del 2,1% del Producto Interior Bruto (PIB) en defensa. Según cuentan a laSexta, así es lo que se contempla en las cartas intercambiadas en los últimos días: "La carta de Rutte nos ampara", concretan fuentes gubernamentales a Servimedia.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzaba este domingo que España había "llegado a un acuerdo" con la OTAN para no verse comprometida con un gasto militar del 5% del PIB en defensa, así como que invertirá finalmente el 2,1%. Un acuerdo que se firmará en la Cumbre de la Alianza Atlántica que tendrá lugar en La Haya este martes y miércoles.

Ante estas declaraciones, Rutte matizaba este lunes que "España cree que puede alcanzar esos objetivos con un porcentaje del 2,1%. La OTAN está absolutamente convencida de que España tendrá que gastar el 3,5% en conjunto, así que ahora cada país informará periódicamente sobre lo que está haciendo en términos de gasto y de alcanzar los objetivos". Un seguimiento que el organismo "seguirá muy de cerca" y, en cualquier caso, llevará a cabo una revisión en 2029, añadió el neerlandés.

En nombre de la "ambigüedad contradictoria"

Entonces, desde Moncloa han salido a explicar que las declaraciones de Rutte "no son contradictorias", al tiempo que defienden lo que en términos diplomáticos llaman "ambigüedad contradictoria" para explicar el pacto alcanzado entre el Gobierno de España y la OTAN. Así, España suscribirá este miércoles la declaración de líderes, tal y como fue acordada en el procedimiento de silencio.

Precisamente, durante este proceso ha sido cuando se han introducido una serie de enmiendas que permiten una flexibilidad lo suficientemente amplia como para que aquellos países que necesiten alcanzar el 5% del gasto en defensa lo puedan hacer y aquellos que no, también, según defienden fuentes gubernamentales. Desde el Ejecutivo explican que para cerciorarse de que estos términos son correctos, se intercambiaron una serie de misivas entre Sánchez y Rutte.

De ahí que España rompiera ese procedimiento de silencio de buena fe para continuar con las negociaciones y así señalan que la respuesta en forma de carta enviada por Rutte a Sánchez reconoce que el acuerdo permitirá a España fijar de manera soberana el porcentaje del PIB que destinará a defensa, siempre que cumpla con los objetivos de capacidades acordados. Por ello, insisten desde Moncloa que la declaración de líderes ofrece a España la flexibilidad para tener su propio camino nacional y soberano para alcanzar el objetivo de capacidad.

Y aquí, precisamente, es donde está la clave. Es decir, con la carta de Rutte, explican fuentes gubernamentales, se da a España "flexibilidad", pero siempre bajo la idea de que se alcancen "los objetivos de capacidades acordados" y así la OTAN supera el potencial veto de España: todos los compromisos tienen que alcanzarse por consenso. Se trata, en realidad, de un pequeño ajuste en la fórmula de compromiso de gasto en la declaración final de la cumbre, cambiando el texto original de "nosotros nos comprometemos" a "los aliados se comprometen": "Esto es muy importante", subrayan.

En Moncloa no hablan de porcentajes

Es decir, Sánchez se centrará en conseguir los objetivos de capacidad y empleará para conseguirlos el porcentaje de PIB que considere necesario, que conforme a las autoridades militares, no es el 5% del gasto en defensa, sino del 2,1% a lo largo de los próximos años. Desde el Gobierno continúan explicando que Sánchez contestó con otra carta a Rutte agradeciéndole y tomando nota de esta aclaración asegurando que España, en el espíritu de alcanzar la unidad y el consenso, aceptará la declaración con el firme compromiso de España para la obtención de capacidades y con independencia del porcentaje de PIB que sea necesario para alcanzarla.

El Gobierno de Sánchez interpreta de este modo las enmiendas introducidas en la declaración de aliados, pero Rutte viene a afirmar que el objetivo es el mismo para todos: el 3,5% del PIB en defensa y un 1,5% adicional en materia de seguridad para 2035. Frente a lo que en La Moncloa insisten en no hablar de porcentajes. De hecho, reiteran que el acuerdo se trata de una suerte de paquete que no se puede entender sin las cartas, ni las cartas sin el acuerdo.ç

Los tuits con Feijóo

Una vez conocido el compromiso de Sánchez con Rutte, las burlas en la red social X entre el presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, y el socialista llegaban. En una publicación Feijóo denunciaba que así "va a comprometer el gasto militar para los próximos diez años", a lo que el presidente del Gobierno respondió con la carta intercambiada con la OTAN instándole a la leyera después de que alguien se la tradujera.

Ahora, el PP ha tirado de ironía corrigiendo el mensaje hacia Feijóo de y reforzando las palabras del secretario general de OTAN. De hecho, el 'popular' ha tachado de soez la publicación de Sánchez, al tiempo que ha vuelto a llamarle mentiroso. Palabras similares a las pronunciadas este lunes en una entrevista radiofónica en la que ha subrayado "nadie se cree lo que nos cuenta porque es trilero y su objetivo es engañar a socios".

Mientras tanto en el PSOE, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha mostrado su apoyo "por completo" al acuerdo, puesto que "la posición de España" no puede ser la de dejarse "llevar por los caprichos [del presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald] Trump". También en Moncloa, los socios de coalición consideran beneficioso para España lo que califican de "buen acuerdo", ha dicho la ministra de Sanidad, Mónica García.