Rita Barberá consideraba lo más normal del mundo pagar comidas de miles de euros con dinero público. Pero Anticorrupción no lo ve tan claro. Y, a sólo cuatro días para las elecciones, abre una nueva investigación por los llamados 'RitaLeaks': casi 300.000 euros en gastos de representación del equipo de Barberá.

Noches de hotel de 700 euros, comidas de más de 2.000, con gintonics y pacharanes incluidos, o 6.000 euros en dos días de coche con chófer en Londres. Y eso en plena crisis. Por eso Compromís quiere que Anticorrupción investigue también los años previos.

Barberá intenta quitarle importancia y dice que es todo una campaña en su contra, mientras seguimos conociendo grabaciones del escándalo de Alfonso Rus, que también salpica a la alcaldesa. En ellas, Rus pone cifra a una supuesta mordida que su lugarteniente debe exigir a la concesionaria de una residencia de ancianos: 20 millones de pesetas.

En este clima tan enrarecido por la corrupción, Rajoy vuelve a uno de los escenarios grandes de los populares, Valencia, el lugar en el que ha vivido alguno de sus momentos políticos más intensos. Allí, el presidente intentará que la sombra de la corrupción no se lleve por delante uno de sus feudos más firmes.