Histórico apagón
El día que España se quedó sin luz: historia de un apagón eléctrico que desató el caos
El contexto La caída del sistema eléctrico deja sin luz, trenes ni comunicaciones a millones de personas y obliga a activar Planes de Emergencias en varias comunidades autónomas. "Nunca había habido una caída a cero", explican desde Moncloa.

Resumen IA supervisado
El 28 de abril de 2025, un apagón masivo dejó a España sin electricidad, comunicaciones ni transporte, sumiendo al país en el caos. Ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia se convirtieron en laberintos de coches inmóviles, mientras que hospitales operaban con generadores y el sistema ferroviario quedó paralizado. El Gobierno, encabezado por Pedro Sánchez, no pudo ofrecer explicaciones inmediatas, aunque aseguró que no había incidentes de seguridad. El aeropuerto de Madrid-Barajas funcionó con generadores, pero se cancelaron varios vuelos. La situación también afectó a puertos y sistemas de tráfico. Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla no se vieron afectadas. La recuperación del sistema eléctrico avanzó lentamente, mientras las autoridades reforzaban la seguridad para evitar incidentes durante la noche.
* Resumen supervisado por periodistas.
A las 12:33 del 28 de abril de 2025, España se apagó. Una caída general del suministro eléctrico dejó sin luz, comunicaciones ni transporte a casi toda la península, desencadenando escenas de caos en las principales ciudades del país. Calles colapsadas, trenes detenidos, hospitales tirando de generadores y ciudadanos desconcertados marcaron una jornada histórica que todavía busca explicaciones. El propio Gobierno no fue capaz tampoco de concretar las causas más de diez horas después de iniciarse la incidencia: "No descartamos ninguna hipótesis. Nunca había habido una caída a cero", aseguró el presidente, Pedro Sánchez.
La caída repentina del sistema eléctrico afectó a hogares, empresas, colegios y centros sanitarios en cuestión de segundos. Con los semáforos fuera de servicio, los núcleos urbanos como Madrid, Barcelona o Valencia se transformaron en laberintos de coches inmóviles. Muchos conductores, atrapados en los atascos, tuvieron que asumir el papel de agentes de tráfico improvisados entre los sonidos de bocinas y el nerviosismo de la gente. Las redes móviles y la conexión a internet colapsaron en cuestión de segundos. Nadie podía comunicarse. Nadie sabía qué estaba ocurriendo.
La situación se agravó con la paralización total del sistema ferroviario. Cercanías, Rodalies, trenes de media y larga distancia: todo quedó detenido por seguridad. El ministro de Transportes, Óscar Puente, confirmó durante la tarde que no se espera que los servicios ferroviarios pudieran reanudarse durante la jornada. Más de diez horas después, una decena de tres todavía no habían podido ser evacuados. Desde el Ministerio de Interior se ha recomendado no acudir a las estaciones hasta nuevo aviso.
En paralelo, el aeropuerto de Madrid-Barajas operaba gracias a generadores de emergencia -que pueden durar hasta cuatro días-, pero los retrasos comenzaron a acumularse desde primera hora de la tarde. Iberia comunicó que finalmente 23 de los 246 vuelos programados para este lunes tuvieron que ser cancelados. De cara a la jornada de este martes, Air Europa recomienda "antelación y paciencia" ante los previsibles retrasos e easyJet ofrece cambio gratuito a los pasajeros que no puedan ir al aeropuerto. Por su parte, el Mutua Madrid Open fue suspendido de forma provisional, entre otros cientos de eventos y actividades en todo el país.

El apagón de suministro eléctrico afectó también a las terminales de contenedores del puerto de Algeciras (Cádiz) que tuvieron que parar su actividad. No fue así en cuanto a la conexión marítima con Ceuta y Tánger Med, que pudieron operar con normalidad para pasajeros y coches, no así para camiones.
Sin semáforos y sistemas de vigilancia
La Dirección General de Tráfico (DGT) advirtió que sus sistemas de vigilancia y señalización también estaban inoperativos. Las cámaras, paneles y semáforos no funcionaban, lo que complicaba aún más la situación en las carreteras. En los accesos a Madrid y Barcelona, solo el transporte público podía circular con relativa normalidad. La recomendación era clara: no moverse salvo en casos estrictamente necesarios.
El apagón dejó 'fuera de juego' a casi toda España, salvo a Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. También se reportaron incidencias en Portugal. Red Eléctrica Española, la empresa responsable de la infraestructura, reconoció la desconexión del sistema y activó de inmediato un plan de reposición. El proceso de recuperación está siendo muy lento, realizándose por fases, conforme las centrales eléctricas vuelven a integrarse en la red.
Desde el Palacio de la Moncloa, el presidente Pedro Sánchez trató de enviar un mensaje de calma. "No hay incidentes de protección civil ni de inseguridad", afirmó, asegurando que los hospitales funcionan correctamente gracias a sus generadores eléctricos y que su autonomía está garantizada. Aun así, el Gobierno ha reforzado la presencia policial en calles y vías de comunicación, sobre todo con la intención de que por la noche no se produzcan incidencias o asaltos a comercios aprovechando la oscuridad existente.
Mientras tanto, estaciones como Atocha, Sants o Chamartín permanecerán abiertas durante la noche para acoger a los pasajeros afectados, que no puedan volver a sus casas o lugares de destino. La UME está repartiendo mantas entre los afectados. Una medida extraordinaria para un día extraordinario. Nunca antes la península ibérica había experimentado un apagón de esta magnitud. Por momentos, los viajes fantasmas de las restricciones y los cierres por la Covid-19 volvieron a aparecer.