En la conversación, el humorista ruso Alexéi Stoliarov se identifica como el ministro letón de Defensa y le informa de que el expresidente catalán Carles Puigdemont es un espía ruso apodado 'Cipollino'.
Tras difundirse la broma, la ministra española ha admitido que "fue una conversación muy rara". "Pedí hablar en inglés y no quisieron; han quitado a la traductora", ha explicado en un apunte en su cuenta personal de Twitter.
Cospedal, que durante la conversación con el humorista muestra su incredulidad cuando le indican que el 50% de los turistas rusos que viajan a España son agentes del Kremlin, ha subrayado que dejó de hablar al no confiar en su interlocutor.
"Como no confié, dejé hablar y no volví a llamar. Ahora sé que eran rusos", ha concretado la titular de Defensa, que durante la charla agradece la información recibida y se compromete a trasladársela al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el objetivo, incluso, de un posible encuentro personal.