Morente ha declarado en
calidad de investigado ante la titular del Juzgado de Instrucción número 51 de
Madrid, dentro de la pieza principal referente al máster que cursó Cifuentes en
el año académico 2011-2012, porque su nombre aparece en las actas de
convalidaciones supuestamente falsificadas de esta promoción.
Y hoy el estudiante ha
confesado en Sala que se matriculó del máster y que pagó las tasas, pero que
luego no lo cursó, es decir, que no fue nunca a clase ni elaboró trabajo alguno
ni, por supuesto, el Trabajo de Fin de Máster (TFM).
Ello no evitó que le
entregaran el título, el cual recogió a mediados de 2016, según han informado fuentes
jurídicas. El estudiante ha dicho que se puso en contacto con María Teresa
Feito, la exasesora del Gobierno madrileño que presuntamente amenazó a una de
las profesoras, con que "la presidenta (Cifuentes) las mataría si el acta
(de evaluación del trabajo del máster) no aparecía", para hablar sobre
este título de posgrado.
Feito le comentó la
necesidad de hacer el máster de la URJC para poder acceder luego al doctorado,
algo que sería posible únicamente pagando la matrícula y que, incluso, al tener
una profesión le convalidarían muchas asignaturas. Se da la circunstancia de
que la hija de Feito, Maria Mateo, había aprobado el título unos años antes,
siendo parte de la promoción de Casado, y de forma similar al líder del PP, con
convalidaciones masivas y notas de sobresaliente.
Con todo, Morente ha
afirmado que jamás le dijeron que hubiese un problema con el expediente de sus
convalidaciones, el cual fue modificado en 2016, y que no conoce al exdirector
del Instituto de Derecho Público y principal implicado en la causa, Enrique Alvarez
Conde, ni tampoco al profesor Pablo Chico.
La confesión de Morente
se une a la realizada ayer por la profesora de la URJC María Dolores Cancio,
investigada en la pieza C referente al máster del presidente del PP, Pablo
Casado, que reconoció que Álvarez Conde le regaló el título sin hacer nada. Por
otra parte, los cuatro alumnos de la promoción de Casado que han testificado han asegurado ante la jueza, como hicieron ayer sus otros compañeros, que
la asistencia a clase era obligatoria. Todos ellos han manifestado que no
vieron nunca a Casado, pues, como sostiene el líder popular, acordó no asistir
al aula tras hablarlo antes con Álvarez Conde.