El Gobierno ha dado luz verde en el Consejo de Ministros al nuevo currículo educativo para los alumnos de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), de 12 a 16 años, que se deberá poner en marcha a partir del próximo curso.

Con este real decreto ley se regula la enseñanza según la nueva ley de Educación, la LOMLOE, cuyos cambios se espera que lleguen a las aulas en septiembre, después de que cada comunidad autónoma apruebe su propia adaptación.

La norma incorpora importantes novedades. Asignaturas nuevas, como Digitalización, Valores Cívicos y Éticos o Economía y Emprendimiento; una manera de evaluar más centrada en las competencias, en "saber hacer" y aplicar lo aprendido, que en la memorización; y también la posibilidad de promocionar de curso sin tener en cuenta el número de materias suspensas.

Con este real decreto, el Gobierno ya habría aprobado los cambios en infantil y primaria, y ahora los de secundaria, y faltaría por llevar al Consejo de Ministros el decreto que regule el Bachillerato. A continuación, hacemos un repaso a las claves que incorpora este nuevo currículo educativo para la ESO.

Más "saber hacer" que memorizar contenidos

El nuevo currículo para la ESO incorpora un cambio en el sistema de enseñanza y aprendizaje para los alumnos respecto a la ley anterior, siendo los contenidos muchos más abiertos y primando el "enfoque competencial autónomo, significativo y reflexivo" en todas y cada una de las materias.

Es decir, se hace hincapié en el desarrollo de las competencias, en el "saber hacer" y aplicar los conocimientos aprendidos, frente a una 'ley Wert' que era mucho más memorística.

El equipo docente decide quién repite (pese a los suspensos)

En esta línea, los profesores no podrán hacer repetir curso a un alumno solo basándose en el número de asignaturas suspendidas tras una evaluación continua. La decisión sobre si un estudiante pasa o no de curso será tomada por el conjunto del equipo docente, "de forma colegiada" y "atendiendo al grado de consecución de los objetivos y de adquisición de las competencias establecidas". Lo cierto es que esto es algo que en la práctica ya venía ocurriendo en muchos centros educativos.

Será así una medida "excepcional" que solo se podrá utilizar una vez en el mismo curso y dos veces como máximo a lo largo de la enseñanza obligatoria (con la anterior eran tres).

En cambio, los alumnos y alumnas pasarán de curso cuando el equipo docente considere que aunque se hayan suspendido materias (hasta ahora el máximo para pasar de curso eran dos suspensos) estas no impiden seguir con éxito el curso siguiente. En el caso de que esto ocurra, que un alumno pase de curso sin haber superado todas las materias, deberá seguir un plan de refuerzo para solventar las dificultades de aprendizaje del estudiante. En cualquier caso, "promocionarán quienes hayan superado las materias o ámbitos cursados o tengan evaluación negativa en una o dos materias", según indica la norma.

Esta medida busca rebajar la tasa de alumnos repetidores, que sitúa ahora mismo a España como el país de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) con la tasa más alta de estudiantes que repiten en la Secundaria.

Más optativas en la ESO y nuevas asignaturas

Este nuevo currículo busca una mayor optatividad, es decir, que los alumnos puedan escoger algunas de sus asignaturas en un modelo para considerar mejor la diversidad del alumnado.

En este contexto, los alumnos contarán con nuevas asignaturas enfocadas a la digitalización y el emprendimiento. Así, Tecnología y Digitalización deberá cursarse en al menos uno de los tres primeros cursos, mientras que en el cuarto curso la materia de Digitalización será optativa. Se incorporarán cuestiones novedosas como el tema del bienestar personal ante posibles amenazas externas en el contexto de problemas como el ciberacoso, la sextorsión, la dependencia tecnológica, la pornografía o el abuso en el juego.

Y además de la asignatura de Digitalización, en el cuarto curso hay otras materias optativas novedosas, como Economía y Emprendimiento, para, entre otras cosas "promover el espíritu emprendedor"; Expresión Artística; y Formación y Orientación Personal y Profesional, una materia basada en disciplinas como la psicología, la sociología y la antropología.

Por otro lado, en algún curso de la etapa todo el alumnado cursará la materia de Educación en Valores Cívicos y Éticos.

Cabe destacar que lo aprobado en el Consejo de Ministros conforma el 60% del currículo (50% en el caso de las CCAA bilingües). El otro 40% debe fijarlo cada región (50% en el caso de las bilingües) con las asignaturas que considere necesarias ofertar.

¿Desaparece Filosofía?

Quizás el cómo integra este nuevo currículo la asignatura de Filosofía ha sido una de las medidas que más controversia ha generado, pero partamos de la base de que no desaparece porque objetivamente nunca ha estado como asignatura obligatoria en la ESO.

Si bien es cierto que la asignatura no aparece como un materia opcional que deba ofrecerse obligatoriamente en esta etapa -con la anterior ley la asignatura también se reducía a una optativa-, el Gobierno deja a las comunidades autónomas la posibilidad de ofertar las optativas que consideren necesarias, entendiendo Filosofía como una de las posibles.

Además, insisten a laSexta fuentes del Ministerio de Educación, la asignatura de Valores Éticos y Cívicos es obligatoria en alguno de los cursos. Y la parte de Ética son "contenidos de Filosofía", según las mismas fuentes.

En cambio, en el currículo de Bachillerato, Filosofía será asignatura obligatoria tanto en primer como en segundo curso de esta etapa educativa, siendo Historia de la Filosofía el nombre de la asignatura en el segundo curso.

Perspectiva de género

Otra de las novedades que incorpora este nuevo proyecto para la ESO es que la perspectiva de género se incorporará en todas las materias. "En esta etapa se prestará especial atención a la orientación educativa y profesional del alumnado. En este ámbito se incorporará, entre otros aspectos, la perspectiva de género", especifica el texto.

De este modo, asignaturas como Lengua Castellana y Literatura, Biología y Geología o Valores Cívicos y Éticos incluirán el "fomentar la igualdad de género" entre sus objetivos.

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