"En cuanto el PP alce la voz en toda España, el PSOE, Ciudadanos y los demás van a tener que ir detrás, porque va a ser una fuerza imparable", ha apuntado. El líder del PP ha destacado que "la España de los balcones no era de izquierdas o de derechas, era un movimiento transversal".
"La señora que se iba a la tienda de al lado de su casa y embridaba una bandera de España en su balcón no estaba celebrando la victoria de un tenista, estaba dando un mandato claro a sus políticos de que defendieran su nación. Y ese mandato hay que saber liderarlo", ha explicado Casado, quien ha propuesto que el PP "lidere esa España silenciosa, harta" que, a su juicio, está pidiendo que se rompa "la placa de hielo del pesimismo y del apaciguamiento y la resignación".
En la misma línea, ha defendido que el PP "hizo muy bien" en recurrir el Estatut, "que nunca se tuvo que haber aprobado". "Sólo se aprobó porque derogaron el recurso previo de inconstitucionalidad, que hubiera impedido que entrara en vigor", ha precisado.
Para el presidente del PP, el Estatut "no era ni siquiera reclamado por los partidos nacionalistas". "Además de ser un auténtico bodrio jurídico, fue la codificación de una ruptura en la convivencia, de una fractura social y de una quiebra económica que ha tenido su cénit en el último año", ha subrayado.
Respecto a la corrupción, el 'popular' ha asegurado que ha sido "muy rotundo siempre" a la hora de condenarla y ha apostado por "insistir en los mecanismos internos, de alerta temprana dentro de los partidos políticos". "Todos los casos son del pasado y lo que hay que hacer ahora es que no se produzcan. Me gusta mucho el procedimiento del toque de silbato, que son mecanismos anónimos de denuncia, por supuesto contrastables", ha comentado.
En este sentido, ha añadido que la corrupción "fue una de las causas, además de otras", de la fuga de votantes del PP a Ciudadanos. Así, ha explicado que en el desafío independentista "no se visualizó" que la aplicación del 155 fue iniciativa del PP, por lo que el electorado "no entendía" que aunque no tuvieran la mayoría no plantearan sus ideas y principios.
Por último, Casado ha afirmado que se ha visto la "debilidad extrema" del Gobierno socialista al no poder sacar adelante el techo de gasto. "Ya no es un Gobierno Frankenstein, es un Gobierno zombi, porque no han podido hacer nada, más que una política de gestos. Hoy por hoy, es inasumible su previsión de política económica y lo que vamos conociendo en política territorial", ha concluido.