Violencia contra la mujer
Una agresión en directo, el asesinato machista de Alpedrete y el fallo de las pulseras antimaltrato: el terrible escenario por el que transita este 25N
Los detalles El panorama sigue siendo desolador. La igualdad efectiva entre hombre y mujeres sigue siendo un espejismo y el número de mujeres asesinadas es el triste reflejo de lo mucho que queda por avanzar. En lo que coinciden las asociaciones feministas este 25N es en el rechazo a la instrumentalización política que hace la derecha del movimiento feminista.

Resumen IA supervisado
El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres destaca la persistencia de la violencia de género y los retos en su erradicación. En 2025, 38 mujeres y tres menores han sido asesinados en España, mientras se reportan 570 denuncias diarias por violencia de género. Casos recientes, como la agresión a activistas de Femen y el asesinato en Alpedrete, reflejan la gravedad del problema. Las fallas en las pulseras telemáticas de control han generado preocupación sobre la seguridad de las víctimas. Las marchas del 25N evidencian divisiones en el movimiento feminista, pero comparten la condena al negacionismo y la instrumentalización política. Las manifestaciones destacan la necesidad de políticas más efectivas y la protección de servicios públicos, con un enfoque en la interseccionalidad y el rechazo a la violencia patriarcal y racista.
* Resumen supervisado por periodistas.
Negacionismo, intereses políticos y bulos conviven en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Un 25N que transita por una sociedad que no termina de despertar ante unos datos para los que no hay justificación posible: 137 mujeres murieron asesinadas por sus parejas al día en el mundo.
En España, 38 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas y tres menores han sido víctimas de crímenes vicarios en lo que va de 2025. Mientras, cada día se presentan en España 570 denuncias por violencia de género y 58 por violencia sexual, 14 de ellas por violación. Los datos sobre violencia sexual juvenil también son estremecedores. Una de cada cinco mujeres jóvenes (20,3%) afirmó haber sido forzada a mantener relaciones sexuales cuando no quería, mientras que entre los hombres jóvenes este porcentaje se redujo al 8%, según indica Fad Juventud.
Y todo mientras en la escena pública han irrumpido tres casos en las últimas semanas que evidencian situaciones límite que afrontan las mujeres en todas las esferas. Tal vez el más impactante, por la agresión retransmitida en directo en la televisión, ha sido el de las activistas de Femen a las que un fascista que portaba la bandera preconstitucional les agarraba los pechos en reiteradas ocasiones a pesar de que ellas mostraban su evidente rechazo."Guarras, abortistas, asesinas", les espetaba al grito de "Franco, Franco, Franco" en el aniversario de la muerte del dictador. Una agresión repugnante y delictiva perpetrada ante la mirada impasible de muchos. Nadie apartó a ese hombre, nadie se interpuso. A día de hoy no ha sido detenido, aunque de presentarse denuncia podría enfrentarse a un año de cárcel.
También polémico ha sido el asesinato machista de Alpedrete, en Madrid. Un hombre mataba a su esposa asestándole 50 puñaladas y después se quitaba la vida. El alcalde de la localidad, Juan Rodríguez (PP), justificaba al asesino asegurando que el feminicida "quería a su mujer". "Yo no lo veo como una violencia de género a la mujer. (...) No era violento; tuvo un colapso personal que acabó en tragedia", argumentaba el popular. Unas palabras que poco después, ante la avalancha de críticas, el alcalde matizaba.
Los dos hijos de la víctima y del agresor, mayores de edad, salieron en defensa del padre, de quien dijeron que era "un hombre ejemplar" y un "marido único", que pidió ayuda a un sistema que no le prestó la atención que requería: "A nuestros padres los mataron", defendían en un comunicado.
Sin embargo, las expertas consultadas explican que no se puede pedir conciencia de los hechos a las víctimas de un hecho tan traumático como que tu padre haya matado a tu madre y después se haya suicidado. Sí a los responsables públicos.
La directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, señala que tomar la decisión de suicidarse, pero antes quitarle la vida a una pareja, es el hecho más significativo del sometimiento de las mujeres, de la creencia de que las mujeres son propiedad de un hombre. Incluso cuando median situaciones colaterales como pueden ser una adicción o una enfermedad.
"Si no fuera porque la persona que comete el feminicidio tiene ciertos derechos sobre su pareja, probablemente esto no ocurriría. Estamos abordando un tipo de crimen como consecuencia de la desigualdad de mujeres y hombres", enfatiza. Y esto es así "independientemente de la intencionalidad que pueda atribuir la gente del entorno o la familia": No podemos pedir a quienes son víctimas en un momento de dolor una toma de conciencia ideológica, hay que ser compasivas y compasivos. Pero también tenemos que saber que la legislación contra la violencia de género persigue que nunca más nadie piense que tiene derecho sobre la vida de la mujer", asevera.
El tercer caso que ha golpeado estas semanas la lucha contra la violencia machista ha sido el del fallo de las pulseras telemáticas de control de los maltratadores. La narrativa oficial pasaba del "no hay fallo" a admitir problemas técnicos, pero sin poder garantizar cifras, fechas exactas o consecuencias concretas. Mientras tanto, las víctimas siguen siendo el epicentro silencioso de la polémica.
Muchas preguntas clave siguen sin respuesta. No se sabe cuántas mujeres pudieron haberse visto afectadas, si se les avisó de que podían estar en riesgo, cuántos maltratadores pudieron quedar en libertad, si los jueces y la policía fueron alertados, cuándo detectó el ministerio los fallos, durante cuánto tiempo persistieron exactamente y qué medidas concretas se tomaron para solucionarlos. El debate sobre la seguridad de las víctimas y la fiabilidad de las pulseras antimaltrato sigue abierto a día de hoy.
Con todo ello, los desacuerdos entre las diferentes asociaciones feministas no son un secreto con varias marchas diferenciadas tanto este 25N como en el 8M. Pero lo que sí es un nexo común en sus protestas es el rechazo a la instrumentalización política del movimiento feminista desde la derecha que, en palabras de la Comisión 8M, lleva años negando e invisibilizando la violencia sexual y machista.
Por su parte, las feministas del Foro Madrid 25N han reprendido a los sectores de la "ultraderecha" que cuestionan a las víctimas: "Tendrán que explicar por qué cuestionan a las 183.908 mujeres que denunciaron violencia de sus parejas el último año", han señalado en su manifiesto anual.
Así, las organizadoras de la Comisión 8M llaman a articular un feminismo interseccional que este año pone el foco en "el auge de las violencias patriarcales que vive nuestra sociedad y más concretamente, en la violencia racista", según refleja su comunicado.
A estas demandas antiracistas se suman otras que buscan proteger los servicios públicos, en particular a la sanidad; atender a las víctimas de violencias sexuales y de violencia de género; y criticar el recorte del 25 % en el Plan Corresponsables, cuyos recursos, denuncian, el Ministerio de Igualdad ha mermado para 2025.
Por otro lado, el Foro de Madrid 25N y el Movimiento Feminista de Madrid priorizan las denuncias contra el negacionismo de la ultraderecha, que también comparten con la Comisión 8M, y condenan la negligencia de las instituciones contra la violencia de las mujeres. "El negacionismo se refleja en la prostitución, en la pornografía y en los vientres de alquiler. Negar que estas practicas son violencia machista organizada es perpetuar la explotación", han señalado.
Además, reclaman la necesidad de una revisión urgente de las políticas de protección evidentes en casos como la gestión de las pulseras antimaltrato o la negligencia detrás de los cribados del cáncer de mama en Andalucía, por las que piden "responsabilidades".
También condenan la falta de avances legales contra la explotación sexual y las situaciones de fundamentalismo religioso en las que las niñas están "obligadas" a llevar el velo islámico y otras practicas que las excluyen de la vida social: "Eso es el verdadero racismo", han aseverado.
La Comisión 8M ha convocado una manifestación a las 19 horas desde Atocha hasta Jacinto Benavente, mientras que el Foro de Madrid contra la violencia a las mujeres (Foro 25N) y el Movimiento Feminista de Madrid han diseñado otra que partirá a las 18:30 horas desde Alcalá-Gran Vía y llegará hasta Plaza de España.
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