Un "espectáculo" más

Abascal sale del Congreso, apunta con el dedo a Sánchez y le llama "indecente": el show de Vox que minimiza el del PP

Los detalles El líder de la formación de ultraderecha argumentaba su salida para no escuchar ni la "chulería" ni las mentiras del presidente del Gobierno que sorteaba como podía las intervenciones de oposición y socios.

Abascal sale del Congreso, apunta con el dedo a Sánchez y le llama "indecente": el show de Vox que minimiza el del PP
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El alto voltaje del Partido Popular (PP) durante la sesión de control de este miércoles en el Congreso de los Diputados se ha quedado corto al lado del de Vox. Su líder, Santiago Abascal, ha llevado al extremo su show cuando se ha levantado y se ha ido del pleno para, según ha dicho, no soportar la "chulería" ni "las mentiras" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que sorteaba como podía las intervenciones de oposición y socios.

Eso sí, antes de salir del hemiciclo y al pasar por delante del socialista le ha apuntado con el dedo, al tiempo que le ha llamado "indecente", según apunta la formación de extrema derecha. En definitiva, otra jornada de alta tensión en la casa de la democracia con un desplante de Abascal que los suyos han aplaudido, aunque sin seguirle.

Actitud ante la que el presidente primero se ha mostrado asombrado -con levantamiento de ceja, incluido-, para más tarde reprochar la ausencia de Abascal, asegurando que "la ultraderecha trae odio y falta de respeto a las instituciones". Un gesto del líder de Vox que el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, no ha dudado en ridiculizar: "Entiendo que el señor Abascal se ha ido a desayunar, ¿no?", ha dicho.

El "espectáculo" del cruce de acusaciones

Una descortesía de Vox a la que también han añadido improperios contra Sánchez, a raíz de los que la presidenta de la Cámara Baja, Francia Armengol, ha tenido que recordar que "no se puede insultar", puesto que pese a la distancia los oía. Calificativos que, en ocasiones, despertaban la obvia indignación de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, así como la de otros diputados de la bancada socialista.

También cuando el PP interrumpía a Sánchez al grito de 'dimisión', Montero no dudaba en pedir a Armengol, que pusiera orden en un pleno repleto de acusaciones cruzadas por la corrupciónde unos y de otros. Todo al tiempo que Sánchez se negaba a reaccionar en lo que consideraba un "espectáculo", ha podido leerse en sus labios.