¿No hay irregularidades?

Adjudicaciones a cuñados, obras fantasma y llamadas milagrosos: el "todo correcto" de Montero

La otra cara Un informe de la UCO de 500 páginas destapa múltiples adjudicaciones de obra pública realizadas bajo sospecha, con evidencias que apuntan a la manipulación de licitaciones y favoritismo hacia empresas vinculadas a altos cargos del PSOE. Sin embargo, el Gobierno mantiene que todo se ha realizado con normalidad y legalidad.

Adjudicaciones a cuñados, obras fantasma y llamadas milagrosos: el "todo correcto" de Montero

Ni con lupa. Ni con un fluorescente fosforito. Ni aunque el informe de la Guardia Civil venga con subtítulos y banda sonora de thriller político. María Jesús Montero, ministra de Hacienda, lo ha dejado claro: "No hay nada que diga que las adjudicaciones de esos contratos fueron irregulares".

Y, sin embargo, el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil dice muchas cosas. Con nombres, fechas, grabaciones, documentos y hasta los emojis del WhatsApp. Un informe de 500 páginas que huele a comisiones, favores cruzados y adjudicaciones dirigidas con más precisión que un dron militar. Pero, según el Gobierno, todo en orden. Todo limpísimo.

El manual (no oficial) para amañar contratos sin que lo parezcan

El protagonista de esta historia es Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, señalado por la UCO como el cerebro logístico de la 'trama Koldo'. Una red de reparto de contratos públicos desde el Ministerio de Transportes que ha dejado más huella que las ruedas de un AVE sobre barro.

Primera lección del manual: si una empresa "amiga" pierde una licitación por mala nota, no pasa nada. Se trabaja desde dentro. Literal. El director general de Carreteras informa tranquilamente que están "enredando para poder modificar el sistema de evaluación" de las futuras licitaciones.

¿Para qué? Para "tener más control". Aunque eso implique "trabajarse" a los interventores y abogados del Estado. Pero tranquilos: Montero sigue sin ver nada raro. Al parecer, eso de manipular desde dentro para que ganen los tuyos es parte del funcionamiento habitual.

Semanas después, la misma empresa se lleva otra adjudicación en Asturias. El mérito no está en el proyecto, sino en los contactos.

Cuando una llamada a ADIF te da medio millón (y pico)

Otra joya del informe: una empresa cercana a la trama está en apuros. Koldo García (mano derecha de Ábalos) levanta el teléfono. Llama a la presidenta de ADIF. "¿Mantenimiento?", pregunta. "No. Pero le acabo de dar una de 700.000 euros", responde ella. Sin concurso público, por la vía de urgencia. 592.000 euros, en concreto, adjudicados un mes después de la llamada. Milagroso. Pero, otra vez, no son irregularidades. Es que los teléfonos del poder sirven para eso: para agilizar trámites.

El futuro ya está adjudicado

La UCO también recoge cómo se iban a licitar 14 obras en infraestructuras ferroviarias. Lo curioso es que antes de que se publicaran los concursos, antes incluso de saber qué ofertas habría, ya había cinco obras "reservadas". ¿Para quién? Para Acciona, Sacyr o Ferrovial.

Así, sin disimulo. Porque aquí no se hacen concursos, se reparten entre colegas. Una conversación entre Koldo y Ábalos lo deja claro: "Están a punto de tener un problema. Pues necesito que hagan algo durante este mes". ¿Solución? Reparto exprés.

¿Qué hacemos con el cuñado?

Pero si algo demuestra el nivel de afinamiento de la maquinaria es el caso de un directivo de Acciona que manda un mensaje con las recomendaciones para modificar los requisitos de una obra. La sorpresa viene cuando esas mismas recomendaciones —palabra por palabra— aparecen en el contrato final. Eso sí: la obra no fue para Acciona. Fue para los cuñados del directivo. Qué elegancia, qué sutil forma de influir. Pero de nuevo, no, no hay irregularidades. Simplemente buena coordinación familiar.

"No llegan contratos": ¿Y si los compensamos?

Hay empresarios que se quejan a Koldo de que sus empresas no están recibiendo contratos. No hablan de mejorar sus propuestas. Hablan de compensaciones. Porque en un sistema limpio, ¿cómo se puede compensar algo que, supuestamente, se gana por méritos?

Lo curioso es que esas quejas no iban al buzón de sugerencias del Ministerio, sino directamente al núcleo de la trama. Otra vez, el director general de Carreteras lo dice alto y claro: "Estamos enredando para cambiar las reglas". Pero nada, Montero no ve motivos para preocuparse.