'Nobelescas' ambiciones
Trump y su objetivo de lograr el Nobel de la Paz: una obsesión que sus aliados aprovechan para ganarse su confianza
Mientras tanto... Palestina insta a Donald Trump a resolver el conflicto en Gaza si quiere colgarse esa medalla, acabando con el genocidio y no montando un resort en la Franja, como ya propuso.

Resumen IA supervisado
La Casa Blanca defiende que existe un "clamor mundial" para otorgar a Donald Trump el Premio Nobel de la Paz, respaldado por líderes de países como Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Gabón, Pakistán y Ruanda, además de su amigo Netanyahu. Trump, mostrando falsa modestia, afirma que su prioridad es salvar vidas y que su gobierno evitó una guerra mundial en Ucrania. Aunque insiste en que nunca recibirá el Nobel, su obsesión es evidente. La Casa Blanca y aliados como Netanyahu y Aliyev apoyan su candidatura, mientras Palestina sugiere que Trump debería resolver el conflicto palestino para merecerlo.
* Resumen supervisado por periodistas.
La Casa Blanca defiende que hay un "clamor mundial" para que a Donald Trump le den el Premio Nobel de la Paz. Como prueba, esgrimen un listado de líderes que respaldan esa candidatura, entre los que se encuentran Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Gabón, Pakistán o Ruanda. También, por supuesto, su amigo Netanyahu.
"Sería un gran honor, pero lo que quiero es salvar vidas", asegura el presidente de Estados Unidos, mostrando una falsa modestia. Tras esto, señala que cree que si no hubiese llegado al Gobierno, el conflicto en Ucrania "habría acabado en guerra mundial".
Donald Trump insiste, remarca y repite una y otra vez desde hace tiempo que cree que es un reconocimiento que nunca obtendrá. "Se lo dieron a Obama y ni él sabía por qué", destacada, y es que parece que la imagen del expresidente recibiendo este premio es algo que le duele.
Una obsesión que parece quitarle el sueño y que la Casa Blanca reivindica siempre que puede. "Trump ha alcanzado de media un acuerdo de paz por mes y es hora de que se le de el Nobel de la Paz", defiende Karoline Leavitt, jefa de prensa de la Casa Blanca.
Un deseo que sus aliados explotan para ganarse un hueco en el corazón del presidente. Netanyahu es una de las personas que ya se ha aprovechado de esto diciéndole en una de sus reuniones que le había nominado para que lo obtuviese.
Sin embargo, no es el único. Ilham Aliyev, presidente de Azerbayán, destaca que no sabe quién podría merecérselo más que Trump.
Entre tanta adulación, Palestina lanza una idea. Si el estadounidense quiere colgarse esa medalla, que sea también para resolver la cuestión palestina. No montando en Gaza un resort, como ya propuso, sino consiguiendo poner fin al genocidio. De momento, no parece tener muy claro que vaya a salirle la jugada.