Estados Unidos

Las protestas no frenan las redadas que aterrorizan a la comunidad latina de Los Ángeles: "Trump no quiere parar"

El contexto Las protestas empezaron hace una semana en Los Ángeles contra las redadas y las deportaciones ordenadas por Trump, a quien la Justicia ha permitido mantener desplegada allí a la Guardia Nacional.

Una manifestante captada el pasado 9 de junio frente a miembros de la Guardia Nacional de CaliforniaUna manifestante captada el pasado 9 de junio frente a miembros de la Guardia Nacional de CaliforniaEFE/Allison Dinner

"No puedo dormir tranquila pensando en qué puede pasar, los niños están asustados...". Son palabras de Xiomara, vecina un barrio de Los Ángeles donde más del 90% de la población es latina. Nacida en Honduras, lleva más de dos décadas en Estados Unidos, pero aunque tiene la residencia y sus hijos son ciudadanos estadounidenses, teme por su seguridad. Así lo ha trasladado a Efe, en un momento en que las redadas migratorias tienen aterrorizada a su comunidad. Pero Donald Trump, dice, "no quiere parar".

El presidente estadounidense, de hecho, considera "héroes" a los agentes del ICE -el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas- que están ejecutando esas detenciones masivas de migrantes que han desatado protestas que ya se prolongan una semana en Los Ángeles. Así lo ha aseverado en su red social, Truth, donde ha proclamado su respaldo a los "valientes oficiales de ICE" en "esta noble misión". "¡Estados Unidos volverá a ser para los estadounidenses!", ha clamado.

Entretanto, este jueves Xiomara y sus vecinos despertaron con el sonido de granadas aturdidoras y helicópteros. Agentes del FBI, escoltados por la Guardia Nacional, habían arrestado a Alejandro Theodoro Orellana, un joven residente del distrito, por presuntamente "distribuir protectores faciales a presuntos alborotadores", según publicó en 'X' el fiscal federal, Bill Essayli.

Su detención ha conmocionado a los habitantes del barrio, que en los últimos días vienen escuchando con temor los rumores y asistiendo a la presencia del ICE frente a sus casas o en los parques. "La gente no está queriendo salir, los autobuses, el parque y los supermercados están vacíos", dice María, mexicana de 69 años, en declaraciones a la citada agencia.

En los 52 años que lleva viviendo en EEUU, ella nunca había presenciado redadas tan violentas como las que ahora se están llevando a cabo, una situación que le recuerda el miedo que sintió cuando llegó al país indocumentada. "Gracias a dios ya somos ciudadanos, pero uno siente temor porque lo vivió hace años. El presidente debería de dar mejor amnistía y no estar haciendo tanta cosa, está traumando a los niños", lamenta.

Trump, decidido a seguir adelante

Hace justo una semana, una serie de redadas migratorias en California desataron protestas en distintas ciudades del estado. En respuesta, Trump ordenó el despliegue de miles de tropas federales para contenerlas, pese a la oposición del gobernador, el demócrata Gavin Newsom. En las últimas horas, de hecho, la Justicia ha permitido a Trump mantener desplegada a la Guardia Nacional en Los Ángeles, pausando así la orden de un tribunal inferior que había bloqueado momentáneamente su movilización.

Él, entretanto, culpa a su predecesor, Joe Biden, y al propio Newsom -a quien se refiere como "Newscum",un juego de palabras con el término "escoria"- de "inundar" el país "con 21 millones de inmigrantes ilegales, destruyendo escuelas, hospitales y comunidades, y consumiendo incontables miles de millones de dólares en asistencia social gratuita".

Un mensaje que deja claro que no tiene intención alguna de dar marcha atrás, en un momento en que el ICE ha multiplicado las redadas para arrestar migrantes. "Todos ellos tienen que irse a casa, al igual que otros innumerables ilegales y criminales que nos convertirán en una nación del tercer mundo en bancarrota", reza el mensaje del republicano, que sostiene que EEUU ha sido "invadido y ocupado" y que él está "revirtiendo la invasión".

En la misma plataforma, Trump ha publicado otro mensaje cargando contra Newsom: dice que tendría que darle las gracias, porque si no fuera porque ordenó el despliegue de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines, Los Ángeles estaría "ardiendo".