En la historia de Estados Unidos han gobernado un total de cuarenta y cuatro presidentes. Cada uno de ellos ejerció otros puestos antes de salir elegido. En este sentido, algunos de ellos desempeñan profesiones tan chocantes como la de actor y presentador de televisión, en el caso del presidente republicano Ronald Reagan; dueño de una mercería, como lo fue el demócrata Harry S. Truman, o comisario, una profesión que ejerció el republicano Theodore Roosevelt.

Lejos de estas profesiones tan peculiares, también existieron algunos presidentes que se relacionaron con el ámbito político desde sus inicios. Este es el caso de Barack Obama, quien se licenció en Derecho en Harvard Law School y a los pocos años (1996) consiguió ser elegido senador del decimotercer distrito de Illinois. Los inicios de Obama son parecidos a los del actual candidato demócrata, Joe Biden, quien una vez licenciado en Derecho y especializado en ciencias políticas, fue elegido al Senado de Estados Unidos con tan solo 29 años.

Todo lo contrario ocurre con el actual mandatario estadounidense, Donald Trump. Si lo comparamos con cómo han sido sus predecesores, su biografía deja unas líneas muy diferentes a la de su principal rival en las elecciones. Biden ejemplifica la imagen de la política estadounidense: con varias décadas de experiencia y el recuerdo de haber sido el número dos de Obama durante su gobierno (también con múltiples polémicas a sus espaldas). Trump, en cambio, es el reflejo de los negocios, de las construcciones pomposas y del uso de la televisión y el espectáculo como catapulta hacia la popularidad. Estos son sus perfiles previos a la política, que una vez más dejan más diferencias que similitudes entre los candidatos.

Joe Biden: un abogado de familia humilde que llegó al Senado para quedarse

De familia humilde y el pequeño de cuatro hermanos, Biden nació en Scranton (Pennsylvania) pero se crió en Delaware, donde su familia se mudó en busca de un trabajo mejor. Así relata la página web de su campaña la infancia del candidato, quien tras graduarse en Derecho se inició en el mundo laboral como abogado de una empresa de Wilmington (Delaware). Al mismo tiempo trabajaba de forma parcial como defensor público.

Tal y como relata el portal del candidato, Biden dejó de lado su puesto como abogado y se inició en el mundo de la política con 27 años, edad con la que fue elegido al consejo del condado de New Castle. Una vez dentro de este órgano, Biden se enfrentó contra compañías petroleras que construían refinerías en la costa de Delaware.

Sin embargo, dos años más tarde logró adentrarse de pleno en la política de su país: Biden pasó a formar parte del Senado por Delaware con solo 29 años. De esta forma, el candidato demócrata marcó un récord convirtiéndose en una de las personas más jóvenes en formar parte de este órgano, según cuenta el portal de su campaña. Además de ello, también se ha convertido en el cuarto senador de más antigüedad cuando renunció a su puesto en 2008 tras ganar la vicepresidencia junto a Barack Obama.

Según explica la web de su candidatura, fue entonces cuando centró sus esfuerzos en proyectos sociales, como la Ley del Cuidado Asequible de la Salud, que hacía más accesible el seguro médico a la ciudadanía estadounidense. También de la mano de Obama, impulsó la implementación de la Ley de Recuperación, un proyecto con el que pretendía salvar al país de otra Gran Depresión con la creación de empleo.

En los últimos años y una vez finalizada su etapa de vicepresidente, Biden ha trabajado en su propia fundación, una entidad dedicada a la lucha contra el cáncer, la prevención de agresiones sexuales, el apoyo a las familias de los militares y la promoción de la educación, tal y como recoge efe.

Donald Trump: heredero de una empresa multimillonaria, ‘showman’ y presidente

El todavía presidente de los Estados Unidos, ante todo, es un empresario. A diferencia de Biden, quien se crió en una familia humilde, Trump nació en el seno de una familia acostumbrada a manejar grandes cantidades de dinero. En 1971 se hizo con las riendas de la compañía de su padre, a la que rebautizó como The Trump Organization, según relata la web Biography. El por aquel entonces licenciado en Economía se presentó en Manhattan como un torbellino: al mando de una empresa de construcción, sus obras destacaron por su grandilocuencia y por el lujo que lucía cada palmo de terreno con su nombre.

El negocio de su empresa estaba en los hoteles. En 1983 transformó el deteriorado Commodore Hotel en el Grand Hyatt y erigió su edificio más famoso: la Torre Trump, de 68 pisos en la Quinta Avenida. Más tarde, como recuerda la BBC, le siguieron otras propiedades —siempre con su apellido como estandarte—, como Trump Place, Trump World Tower, Trump International Hotel and Tower, etcétera. De hecho, a día de hoy, su nombre bautiza a otras tantas construcciones en lugares como Mumbai, Estambul o Filipinas.

Si bien durante un tiempo el magnate fue capaz de reunir una importante cantidad de ingresos, su fama como empresario de éxito se ha desinflado con el paso del tiempo. Es más, en 2019 una investigación publicada por el New York Times dio el golpe definitivo: Trump perdió 1.170 millones de dólares entre 1985 y 1994. Literalmente, como explica el medio citado, se pasó casi una década en números rojos.

A pesar de que el actual presidente de Estados Unidos es recordado por su perfil de empresario, también ha sido una figura notoria en el mundo del entretenimiento estadounidense. Ha aparecido en películas, series y programas, hasta el punto de ser el dueño del Hotel Plaza 2 de Nueva York en la película ‘Solo en casa 2’ (1992) o figurar como cameo en la película ‘Zoolander’ (2001).

Aunque cueste creerlo, el ahora político también ha estado encima de un cuadrilátero de lucha libre. Es más, hay imágenes del año 2007 que muestran a la perfección cómo el magnate placa a Vince McMahon, presidente ejecutivo de la WWE (el mayor programa de lucha libre ficticia de Estados Unidos) ante un público de miles de personas.

 

Imágenes que contrastan con la responsabilidad de su empleo actual. Ahora, en pleno 2020, se juega su reelección para uno de los cargos más importantes del mundo. Una vez más, las encuestas le sitúan en desventaja, pero habrá que esperar al recuento final de los votos para saber quién cae golpea la lona.

Cómo es Donald Trump

Donald Trump es uno de los presidentes más polémicos de la historia de Estados Unidos. No solo por las circunstancias comentadas anteriormente, sino también, en el ámbito más político, por sus declaraciones fuera de tono, su escepticismo ante el coronavirus —a pesar de haberlo vivido en sus propias carnes— y su volatilidad a la hora de condenar el racismo.

Hablar de Donald Trump es hablar de desinformación. Aún en pleno proceso electoral, en el que el país estadounidense aún no sabe quién será su próximo mandatario, el actual presidente sigue extendiendo bulos. De hecho, en la jornada de este miércoles, aseguró que ya había ganado las elecciones a pesar de estar muy lejos de los 270 votos necesarios para gobernar.

Desde el año 2016 Trump es uno de los grandes estandartes de la posverdad (el famoso término que ese mismo año se convirtió en palabra del año para el Diccionario de Oxford). Los discursos políticos del líder estadounidense apelan más a lo personal que a lo contrastado. También encierran algunas trampas: en uno de sus últimos mítines, el pasado 20 de octubre, pidió a sus seguidores votar dos veces, mientras que instaba a los supremacistas blancos a vigilar los colegios electorales.

El candidato republicano también es conocido por sus declaraciones machistas. En 2018 su ataque a una víctima de violencia provocó un enfrentamiento con una senadora de su propio partido. Otra polémica está en las famosas declaraciones del año 2005, recogidas por el Washington Post, en las que Trump decía: “Cuando eres una estrella, te permiten hacer lo que quieras. Puedes hacer lo que quieras. Agarrarlas por el coño... Puedes hacer cualquier cosa", expresaba.

Asimismo, si hay otro punto que ha generado recelo hacia su figura es su pensamiento sobre los inmigrantes. En 2019 presentó una normativa para expulsar del país a migrantes legales, a los que definió como una "carga pública". Junto con eso, sigue en el recuerdo su promesa de 2016 de construir un muro para retener a los que cruzan la frontera. También con una insinuación sin precedentes: disparar en las piernas a los inmigrantes que intentan acceder al país.

Cómo es Joe Biden

Al igual que su rival, Joe Biden no ha estado exento de polémicas, aunque no de forma tan repetida como Trump. Uno de los escándalos más sonados en los últimos meses ha sido el que involucra a una excompañera suya de trabajo. Según señaló ella misma el pasado mes de abril, el candidato demócrata abusó de ella en un pasillo del Capitolio en 1993. Frente a este testimonio, Biden emitió un comunicado en el que señalaba que no eran ciertas las acusaciones y animaba a la Justicia estadounidense a investigar la causa.

Pese a las palabras de Biden, la sospecha ha seguido circulando por los medios dado que varias mujeres le han acusado de ser "muy sobón", según recoge la BBC. En este sentido, además de testimonios de compañeras del candidato, también se han difundido una serie de vídeos en los que el candidato aparece en un evento de 2019, momento en el que se destacó la forma dudosa que tuvo de tratar a unas niñas.

 

A pesar de estas polémicas, Biden encabeza en estos momentos el primer puesto en la carrera hacia la presidencia de Estados Unidos, según los resultados electorales compartidos por The Associated Press. Probablemente, uno de los motivos por los que ocupa ahora esta posición sea el carácter cercano del candidato que sus simpatizantes y compañeros han destacado en varias ocasiones, según recoge la BBC.

En palabras recogidas por este mismo medio del amigo del candidato y senador por Delaware, Chris Coons, Biden cuenta con un "superpoder en su capacidad de consolar, escuchar y conectar con personas que acaban de sufrir la pérdida más grande de su vida". Coon añadió también que esta capacidad se intensificó después de que el candidato tuviera que hacer frente a la muerte de su mujer y su hija en un accidente de coche en 1971 y de su hijo mayor, que falleció a causa de un cáncer cerebral en 2015.

Pese a las responsabilidades como senador, la web de su compañía destaca el carácter familiar de Biden, quien nunca dejó de atender a sus hijos. Tanto es así que tomó juramento en el Senado de Estados Unidos junto a las camas del hospital de sus hijos, que estaban ingresados tras el accidente automovilístico. Además, tras el nombramiento Biden continuó viviendo en Wilmington (Delaware), junto a su familia, a pesar de tener que viajar diariamente a Washington para ejercer como senador, según recoge la web de su campaña.

Durante estos años, el candidato creó un vínculo estrecho con sus hijos, que años más tarde se volvió a traducir en una profunda tristeza por el fallecimiento de su hijo mayor. Como consecuencia de ello, Biden decidió no presentarse a las presidenciales de 2016, según cuenta él mismo en su libro 'Prométeme, papá' (Macmillan USA, 2017).

Pese a ello y cuatro años más tarde, Joe Biden araña ahora mismo la Presidencia de su país, a apenas unos puntos de alcanzar la mayoría que le daría las llaves de la Casa Blanca.