Ciudad del Vaticano
¿Dónde duermen los cardenales durante el Cónclave?
Los cardenales que participan en el cónclave viven el proceso de elección papal aislados. La votación tiene lugar en la Capilla Sixtina, ¿pero dónde duermen?

Ciudad del Vaticano se blinda para eventos como el cónclave, que se desarrolla desde el miércoles 7 de mayo hasta que salga la fumata blanca. Entretanto, misas, votaciones y también, obviamente, descansos para comer o meditar. Las votaciones tienen lugar bajo los frescos de Miguel Ángel, en la Capilla Sixtina, donde los 133 cardenales se sientan, debaten y votan a su candidato para gobernar la Iglesia católica.
¿Pero qué ocurre cuando están fuera de la Capilla Sixtina? Y, una duda que le surge a mucha gente, ¿dónde duermen todos los cardenales? Históricamente, los cardenales dormían en catres instalados en pequeñas habitaciones junto a la Capilla Sixtina. Pero fue el papa Juan Pablo II el que cambió todo: mandó construir la Domus Sanctae Marthae para albergar a los electores durante los procesos de elección papal.
La Casa Santa Marta es una residencia de cinco plantas, construida en 1996, adyacente a la basílica de San Pedro, dentro de los muros del Vaticano, pero visible desde Roma. Anteriormente aquí había una casa de enfermos, creada por el papa León XIII para atender a los enfermos de cólera en la epidemia de 1881, pero que también alojó a judíos durante el Holocausto y a diplomáticos que habían roto relaciones diplomáticas con Italia durante la dictadura. Desde 2013, el papa Francisco la convirtió en su hogar, en lugar de utilizar el apartamento papal del Palacio Apostólico. Y fue también en Casa Santa Marta donde el papa Francisco falleció, a los 88 años, el 21 de abril de 2025.
Casa Santa Marta tiene 131 habitaciones, en las que vivían unos pocos residentes antes de que el papa argentino la fijara como residencia habitual. Según recogen en National Catholic Reporter (NCR), también acoge a invitados, clérigos y laicos, que asisten a conferencias o eventos del Vaticano. Sin embargo, para el cónclave, la Domus Sanctae Marthae se desaloja para que los cardenales puedan alojarse aquí.
Para el cónclave se utiliza casi la totalidad de la residencia, a excepción del bloque de habitaciones que usó Francisco y que quedó sellado tras su muerte: esta parte ocupa la mitad de la segunda planta, lo que serían las dos 'suites' utilizadas por Francisco; otras dos, que usaban sus dos secretarios; otra para el personal de seguridad y una última que se usaba como despacho de los secretarios. Al final del pasillo hay una pequeña capilla.
Así se distribuyen las habitaciones de Santa Marta
Con esto, quedan un total de 125 habitaciones para albergar a los 133 cardenales que participan en la votación. Ahora bien, desde el Colegio Cardenalicio explicaron en su momento a la agencia a la que pertenece NCR, Catholic News Service (que es propiedad de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos) que los electores también utilizarían los apartamentos del edificio contiguo, el 'vecchio' (viejo) Santa Marta.
De las 131 habitaciones de Casa Santa Marta, 105 son 'suites' dobles y 26, habitaciones individuales. Cada una de ellas dispone de una cama, una cómoda, una mesita de noche, un perchero y un baño privado con ducha. Las 'suites', además, también tienen una sala de estar con un escritorio, tres sillas y varios armarios. Hay un teléfono en cada habitación, aunque está prohibido su uso durante el cónclave para llamar al exterior, y los sistemas de conexión a internet y de televisión por satélite están desconectados.
En esta ocasión, al tratarse del cónclave más numeroso de la historia, es lo normal pero lo cierto es que aunque el número de electores en Casa Santa Marta sea bajo, las habitaciones se tienen que sortear. Durante el tiempo que dura el cónclave, las persianas de las ventanas de las habitaciones de Santa Marta se cierran con llave para garantizar que nadie pueda ver el interior, pero que tampoco los cardenales puedan ver el exterior.
El edificio está cerrado y prohibido el acceso a cualquier persona no autorizada, aunque cuenta con personal de cocina y limpieza, pero también con sacristanes, enfermeros, médicos, ascensoristas, personal de servicios técnicos y guardias suizos. Cada uno de estos trabajadores tienen que verificar su identidad ante el camarlengo, Kevin Farrell, y otros tres cardenales asistentes. Todos ellos están bajo juramento.
La residencia Santa Marta también cuenta con una gran salsa de reuniones, diferentes salitas más pequeñas y un comedor. En la planta baja se encuentra la capilla principal, la Capilla del Espíritu Santo, de forma triangular, y otras cuatro capillas privadas. En una de las capillas de Santa Marta es donde estuvieron los restos del papa antes de su funeral.