un nuevo capítulo en la Iglesia católica

Cómo se blinda el Vaticano de cara al cónclave

El despliegue de seguridad en el Vaticano incluye más de 650 cámaras de vigilancia, respaldadas por sistemas de inteligencia artificial capaces de detectar patrones anómalos, alertar sobre objetos fuera de lugar y registrar cualquier movimiento sospechoso.

Cómo se blinda el Vaticano de cara al cónclave

La prioridad máxima en este nuevo cónclave es garantizar el hermetismo absoluto de la Capilla Sixtina. Nada puede filtrarse desde su interior. Así lo explicó Beatriz Samorano en Al Rojo Vivo, al detallar el impresionante despliegue de seguridad que se activa para proteger uno de los procesos más confidenciales y respetados del mundo desde hace siglos.

Un total de 650 cámaras vigilan cada rincón del Vaticano, apoyadas por sistemas de inteligencia artificial capaces de detectar patrones inusuales, alertar sobre objetos fuera de lugar o movimientos sospechosos. En el interior de la Capilla Sixtina, las ventanas están siendo recubiertas con películas especiales antidron y antiespionaje láser, para impedir cualquier intento de captación de imagen o sonido.

También se han instalado inhibidores de frecuencia, y equipos especializados recorren el recinto tres veces al día en busca de micrófonos ocultos. Como si fuera poco, toda la red informática del Vaticano quedará completamente desconectada de internet: no habrá conexión posible, y los servidores serán aislados del exterior.

En caso de emergencia, las únicas comunicaciones autorizadas se realizarán a través de una red de radio encriptada, exclusiva de la Gendarmería vaticana.

A todo esto se suma un último detalle, ayer se colocaron 80 precintos de plomo en todos los accesos al perímetro del cónclave, sellando el compromiso con el silencio y el secreto.