Sin pruebas ni vergüenza

El doble rasero de Israel no tiene límites: ahora su Ejército dice que bombardeó el hospital Nasser por una cámara colocada por Hamás

Los detalles Si bien en un primer momento nadie confirmaba si se estaba acusando a los periodistas de pertenecer a los milicianos, más tarde un portavoz militar ha descartado que el objetivo del ataque fueran los reporteros fallecidos de AP y Reuters.

Palestinos portan el cuerpo de uno de los periodistas asesinados por Israel en el Hospital Nasser, de Jan Yunis.
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Israel sigue ofreciendo evidencias de su hipocresía, crueldad y sinvergonzonería. En esta ocasión por el doble ataque de este lunes al Hospital Nasser donde asesinó a 21 personas, entre las que había cinco periodistas. Si hace unos horas su primer ministro, Benjamin Netanyahu, definía lo sucedido como "un trágico accidente" que lamentaba "profundamente", ahora una "investigación inicial" del Ejército israelí le contradice. Se justifican en que había una cámara colocada por Hamás, aunque no aportan ningún tipo de prueba.

"De la investigación inicial, se desprende que las tropas de la Brigada Golani, que operan en la zona de Jan Yunis para desmantelar la infraestructura terrorista, identificaron una cámara colocada por Hamás en la zona del Hospital Nasser, la cual se utilizaba para observar la actividad de las tropas y dirigir actividades terroristas contra ellas", reza el comunicado de las fuerzas de Israel.

Si bien en un primer momento nadie confirmaba si se estaba acusando a los periodistas de pertenecer a los milicianos, más tarde un portavoz militar ha descartado que el objetivo del ataque fueran los reporteros fallecidos de AP y Reuters. Ambos murieron este lunes en el ataque contra las escaleras de la última planta del centro hospitalario.

Sin estar satisfechos con el primero, las tropas israelíes lanzaron un segundo bombardeo matando a periodistas y rescatistas que habían acudido tras el primer impacto. Una acción definida como 'doble golpe' e ilegal en el marco del derecho internacional, pues busca causar víctimas entre el personal civil que acude a evacuar y rescatar a las posibles víctimas de un primer bombardeo.

Precisamente, a algunos de ellos Israel les acusa de ser terroristas. En concreto, ha sido el jefe del Estado Mayor del Ejército, Eyal Zamir, quien durante la presentación de esta 'investigación', aseguró que seis de los asesinados, todos hombres, eran milicianos de Hamás o de la Yihad. Pero, ¿y el resto de víctimas mortales?. Tampoco este extremo lo sostienen con alguna prueba. "Las tropas actuaron para eliminar la amenaza atacando y desmantelando la cámara, y la investigación demostró que actuaron para eliminar la amenaza", se limitan a decir.

Su objetivo era una escalera del hospital atacado en la que, desde el inicio de la ofensiva, se reúnen los periodistas en Jan Yunis en busca de un poco de cobertura para retransmitir la crueldad de Israel sobre la población palestina. En ese sentido, el exvicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, ha denunciado esta vil práctica del ejército israelí, sosteniendo que sus tropas "los tenían identificados y sabían donde estaban": "Fueron a por ellos claramente", ha lamentado.

Investigación sí, resultados también

A estas pesquisas iniciales, no obstante, podrían suceder otras, pues según el texto de este martes, Zamir pidió examinar "en mayor profundidad" quién dio la autorización previa al ataque, "incluyendo la munición aprobada para el ataque y el momento de la autorización". Por otro lado, también ha pedido analizar "el proceso de toma de decisiones sobre el terreno".

Una investigación respecto a la que Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha pronunciado, pues a ojos del organismo internacional el Estado hebreo no debe limitarse a anunciarla, sino que "debe derivar en resultados". "Este incidente y el asesinato de civiles, incluidos periodistas, debe ser investigado de forma exhaustiva e independiente y debe haber justicia", ha afirmado Thameen al Kheetan, portavoz de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos.

La hipocresía de Netanyahu con el periodismo

Además, el mismo Kheetan ha defendido la labor de los periodistas palestinos, ya que "son los ojos y los oídos de todo el mundo y deben ser protegidos", especialmente ante la prohibición por parte de Israel al acceso de prensa internacional a la Franja de Gaza.

Todo a pesar de las palabras de Netanyahu, quien en otro ejercicio de hipocresía, ha subrayado que en su Gobierno "valoran la labor de los periodistas". Declaraciones que chocan con las devastadoras cifras que llegan desde el enclave palestino, puesto que desde octubre de 2023 Israel ha matado a 245 periodistas, superando así los fallecidos durante la guerra y la posguerra en Irak.