Precedentes poco halagüeños

Los cuatro encuentros entre Trump y Putin que no auguran nada bueno en su nueva reunión en Alaska

Los detalles Putin y Trump se verán en Alaska en el que será su quinto encuentro. La última vez, el presidente de EEUU llegó incluso a quitarle la razón a su servicio de inteligencia para dársela a su homólogo ruso.

Imagen de archivo de Trump y Putin.
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Donald Trump y Vladimir Putin vuelve a reunirse en una cumbre en Alaska que pasará a la historia y cuyo formato favorece al líder ruso. Un cara a cara de ambos al que después se suman las delegaciones.

Como colofón, una rueda de prensa conjunta que tampoco augura nada bueno. La última vez que atendieron a la prensa, Trump incluso quitó la razón a la inteligencia de Estados Unidos para dársela a Putin.

En concreto, este será el quinto encuentro entre ambos mandatarios. Una colección de reuniones planificadas, charlas improvisadas y conversaciones informales en cenas de las que se suele sacar la misma conclusión: opacidad y el misterio sobre los temas debatidos.

En julio de 2017, en la cumbre del G20 en Hamburgo, se produjo el primer encuentro entre ambos. De la reunión se sabe poco. El presidente de EEUU requisó las notas del intérprete y pidió que no contara nada.

Ese mismo día se reencontraron en la cena, solos esta vez, en un encuentro que la Casa Blanca no reconoció hasta varios días después.

Igual de informales fueron su segundo y cuarto encuentro. Conversaciones relativamente improvisadas entre actos del Foro Asia Pacífico y charlas durante una cena del G20 en 2018.

En ese año llegaría también la reunión que más similitudes guarda con la de esta noche. Entonces, Rusia ocupaba Crimea y el Donbás y en EEUU el servicio secreto investigaba una posible injerencia rusa en las elecciones de 2016.

Fueron más de dos horas de reunión privada de la que el estadounidense salió llevando la contraria a su propio servicio de inteligencia. "El presidente Putin dice que no es Rusia. No veo ningún motivo por el que debería ser así", decía en aquel momento.

Una reacción que no invita al optimismo de cara el encuentro de hoy. Trump volverá a tener enfrente a un exagente del KGB que ya ha demostrado ser un negociador especialmente duro.