Proceso en 'sede vacante'
¿Cuánto dura el cónclave? Cómo la elección del papa ha variado en el último siglo
El contexto Más de 130 cardenales se encerrarán en la Capilla Sixtina durante el tiempo necesario para elegir al próximo papa de Roma. A lo largo del último siglo, ningún cónclave ha durado más de una semana.

Resumen IA supervisado
El cónclave para elegir al nuevo papa tras el papa Francisco podría ser "complejo" pero "no muy largo", según el cardenal español José Cobo. Históricamente, la duración de los cónclaves ha variado enormemente. En el último siglo, ha habido cónclaves rápidos, como el de Pío XII en 1939, que solo requirió tres votaciones, mientras que otros, como el de 1922, se extendieron por cinco días y 14 votaciones. El cónclave más extenso de la historia duró más de tres años en 1269, lo que llevó a establecer el sistema actual de encierro de cardenales. Desde entonces, las normas dictan que el cónclave debe convocarse en un máximo de 20 días tras la muerte o salida del papa.
* Resumen supervisado por periodistas.
Después de los Novendiales empieza el cónclave, del que saldrá elegido el próximo papa de Roma. ¿Pero cuánto va a durar? Nadie puede aventurarse a decir una duración específica. El cardenal español José Cobo, arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, cree que será un proceso "complejo" pero "no muy largo", porque las conversaciones previas ayudarán a los cardenales a conocerse.
En el último siglo se han celebrado un total de ocho cónclaves, dos de ellos el mismo año (1978), debido a la temprana muerte de Juan Pablo I, cuyo pontificado duró únicamente 33 días: un infarto fulminante acabó con la vida del último papa italiano, de 65 años. Elegir a Albino Luciani fue mucho más sencillo que a Karol Józef Wojtyła, el primer papa polaco de la historia y el primero no italiano en más de cuatro siglos. Para nombrar papa a Juan Pablo I sólo hicieron falta cuatro votaciones, mientras que para Juan Pablo II se necesitaron el doble.
No es fácil aventurar cuánto va a durar el cónclave del que salga el sucesor del papa Francisco, porque sólo en estos últimos 100 años ha habido de todo: Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli, Pío XII, fue elegido en únicamente tres votaciones. En el cónclave de 1939, a punto de comenzar la Segunda Guerra Mundial, se alcanzó el número de votos suficientes para designarlo papa en el segundo día de votaciones: en la primera obtuvo 35 de los 62 cardenales electores; en la segunda, sumó 40. No fue hasta la tercera cuando, el mismo día que Pacelli cumplía 63 años, obtuvo 61 votos. La fumata que se vio sobre la chimenea era de color blanco —aunque hubo cierta confusión, porque en algún punto se volvió negra—: era el momento de confirmar que Roma tenía nuevo papa.
Sin embargo, ni el cónclave anterior ni el siguiente fueron tan sencillos. El de 1922 duró cinco días, y Achille Ratti necesitó un total de 14 votaciones hasta conseguir el apoyo de 38 de los 53 cardenales que integraron el cónclave: Ratti eligió como nombre papal Pío, el undécimo de la historia, en un cónclave muy dividido. El proceso de elección del papa de 1958 duró tres días, pero Angelo Roncalli precisó de 11 votaciones: "Nuestros dos nombres iban arriba y abajo en las votaciones, como garbanzos en agua hirviendo", llegó a decir, según recogía en un reportaje de 'El País' publicado en 2005, ante los seminaristas del colegio armenio fundado en Roma por Gregorio Agagianian, el cardenal armenio al que 'venció' Roncalli en aquel cónclave. Aquí se inició el pontificado de Juan XXIII.
¿Cuánto puede llegar a durar un cónclave?
El cónclave no termina hasta que se elige a un nuevo papa. El último cónclave que duró más de cinco días tuvo lugar en 1831 y duró 54 días. Durante este tiempo, la Iglesia no tiene gobierno, un periodo que se conoce como 'sede vacante'. Pero no fue el periodo más largo sin papa: en el siglo XIII, el proceso de elección papal comenzó cuando la 'sede vacante' ya se extendía durante más de 18 meses: los nueve cardenales presentes tardaron otras cinco semanas en ponerse de acuerdo para convertir en papa de Roma a Sinibaldo Fieschi, que escogió de nombre papal Inocencio IV.
Después de eso, en 1269, hubo un cónclave que se extendió durante más de tres años: tuvieron que morir una decena de cardenales y el lugar donde se votaba fue sitiado por el pueblo de Viterbo hasta que se tomó la decisión (no sencilla) de escoger a Teobaldo Visconti, después conocido como Gregorio X. Fue aquel proceso el que originó el cónclave tal y como lo conocemos a día de hoy, porque los cardenales tuvieron que ser encerrados bajo llave (cum clave, en latín) para que tomaran una decisión. Desde entonces, el proceso para elegir al papa se desarrolla en un 'encierro' del que los cardenales son 'liberados' únicamente cuando eligen a un candidato.
Desde el cónclave de 1269, ha habido una treintena de cónclaves que duraron un mes o más. A veces, eran las guerras las que alargaban el proceso; en otras, eran los propios cardenales los que alargaban el tiempo sin papa. Fue a raíz de este tipo de procesos cuando se empezaron a establecer las normas por las que se rige la convocatoria del cónclave: si bien hay que esperar a que terminen los Novendiales, el cónclave no puede tardar en convocarse más de 20 días desde la muerte (o salida) del último papa.