Ropa, comida y medicinas se siguen acumulando en Cúcuta, en la frontera entre Colombia y Venezuela. Donaciones hechas por gobiernos y empresas y que, ahora, cientos de venezolanos se organizan para distribuir.

"Queremos que el pueblo venezolano se una para pasar y ayudar a esas 300.000 personas que están muriendo en Venezuela", afirma un hombre.

Según 'Acción contra el hambre', 25.000 venezolanos cruzan cada día la frontera de Cúcuta. Lo hacen para adquirir productos de higiene y bienes de primera necesidad. Nueve de cada diez regresan a Venezuela y piden a Maduro que recapacite y deje entrar la ayuda humanitaria.

"Le digo por favor que se ponga la mano en el corazón por todos nosotros. No es para ustedes la ayuda, es para nosotros", reclama un venezolano.

Pero el bloqueo continúa. Nicolás Maduro tacha la ayuda de "show político". "Que lo hagan con el pueblo de Cúcuta", manifiesta Maduro y asegura que se trata de una "invasión silenciosa".

Desde la oposición responden: "No es una limosna y menos una injerencia, tampoco es la solución completa a la crisis. Es la oportunidad de salvar la vida de cientos de miles de personas", manifiesta el político venezolano Miguel Pizarro en su cuenta de Twitter.

Esta es, dice Juan Guaidó, la primera fase de ayuda humanitaria y ha pedido al Ejército que facilite la segunda etapa, la entrada de la ayuda al país.

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Una décima parte de las exportaciones de España acaban en Venezuela. Muchas empresas temen que su situación cambie con la escalada de tensión.