Todo está lleno en verano, y no es casualidad. A la recuperación del turismo extranjero se le suma que el nacional también aguanta, y en parte gracias a la gente que está dispuesta a endeudarse para no renunciar a sus merecidas vacaciones. El saldo vivo del crédito al consumo para hogares se incrementa, en términos absolutos, más que nunca en un mes de junio desde que hay registros.

Son 11.240 millones de euros más de endeudamiento en tan solo un mes -de mayo a junio-; más que, por ejemplo, el gasto previsto en los presupuestos de Canarias, o que la partida presupuestaria que el gobierno tiene para Defensa. El consumo mantiene en pulso y el endeudamiento es su gasolina, sobre todo en un escenario de inflación.

La cifra dibuja una tendencia similar a la que se empezó a trazar en el pasado, en el año 2005, debido también al incremento de precios, con un IPC persistente por encima del 3%. Es tradición que este crédito al consumo aumente conforme llega el verano, pero este año la cifra ha marcado los 11.240 millones, que en términos relativos, supone un incremento del 6,3 %, solo superado por aquel 2005.

La diferencia entre aquellos años y la actualidad es la composición de la inflación. En 2005 no estaba provocada por la subida de precio de los paquetes turísticos, que se mantenían relativamente estables, mientras que el incremento que ha marcado este junio es del 23.6% con respecto a hace un año, según el IPC. Esto podría ser indicativo de un endeudamiento excesivo en el pasado, o de que actualmente los hogares no están dispuestos o no se pueden permitir aumentar más su deuda para gastos relacionados con el ocio, ya que la renta disponible de estos ha menguado con la inflación.

Dejando a un lado el endeudamiento con tarjeta, estos créditos al consumo que se están contratando conllevan un tipo de interés en junio del 7,9%, según el Banco de España. Tipos altos, pero todavía a un punto o incluso más de dos del verano de 2008, cuando el BCE tenía fijado el precio del dinero a niveles actuales, del 4,25%.

Una pequeña buena noticia dentro de un compromiso para financiar un viaje que conlleva un alto precio posterior. Como es tradicional, prácticamente todo el crédito al consumo que se pide prestado en estas fechas, a través del banco o de la agencia de viajes, es para devolverlo como máximo en un año, por lo que la cuesta de septiembre será más empinada este año en este sentido.