Las familias españolas se endeudan cada vez más en un contexto de inflación y subida de tipos. Por eso, recurren al crédito 'revolving'. Según los últimos datos del Banco de España, este tipo de tarjetas han aumentado un 3% en lo que va de año. En total los españoles deben 11.806 millones de euros en este tipo de crédito. Es la cifra más alta desde diciembre de 2019.

Aunque sea una forma rápida y sencilla de obtener liquidez para gastos puntuales, los expertos advierten de los riesgos que entrañan este tipo de tarjetas, con unos intereses elevadísimos que rozan el 20%. Mientras que con las tarjetas de crédito convencionales amortizas la deuda a fin de mes con muy poco interés, con las tarjetas 'revolving' pagas una cuota mensual que apenas reduce tu deuda porque casi todo el dinero va a pagar los intereses. De esta forma, quitarse la deuda de los créditos 'revolving' es mucho más difícil.

De hecho, este tipo de productos han llegado al Tribunal Supremo. En 2020, el Alto Tribunal sentenció que las tarjetas 'revolving' con un tipo de intereses seis puntos superior al interés medio se considerarían usura. Los bancos han tenido que compensar a muchos afectados. "El 30% de nuestros clientes tienen más de una tarjeta 'revolving' y nos hemos encontrado con casos de usuarios que tienen siete u ocho tarjetas", asegura Pablo Luis Rua, abogado experto en derecho bancario y CEO de 'justalia.es'.

Otra de las razones por las que este tipo de tarjetas están en el punto de mira de la justicia es la falta de transparencia. "La persona tiene que estar en disposición de entender la carga económica del contrato y no suele ser así. Suelen captar a los clientes en aeropuertos o centros comerciales con contratos ininteligibles, con letras de un milímetro y una forma de cálculo muy compleja", añade Rua.

Por eso desde las asociaciones de usuarios recomiendan no echar mano de este tipo de créditos. "Si no nos podemos permitir unas vacaciones este verano será mejor que ahorremos 200€ al mes a partir de septiembre a que paguemos 200€ en intereses", advierte Manuel Machuca, portavoz de Asufin.