La compañía Sacyr se ha desplomado este jueves en bolsa tras el anuncio de suspensión de las obras de ampliación del Canal de Panamá si las autoridades panameñas no le reconocen unos sobrecostes de 1.600 millones de dólares (unos 1.168 millones de euros). En la última sesión las acciones de Sacyr se han hundido un 8,95 %, hasta los 3,43 euros por título, en la que ha supuesto la mayor caída del IBEX 35 y la segunda del mercado continuo.

La posible suspensión de las obras ha llevado al presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, a anunciar que viajará a España e Italia para exigir a sus gobiernos que hagan que sus empresas cumplan con el contrato. "Yo voy a ir a España e Italia a exigirle a estos gobiernos, porque no puede ser que una empresa meta una cantidad enorme de sobrecoste en una obra de ampliación, que es una obra para la humanidad, que cuando ellos licitaron pusieron un precio y ahora van a venir con el cuentito de que están subiendo los precios", ha declarado. El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), consorcio liderado por Sacyr, anunció que suspenderá las obras de ampliación del Canal de Panamá ante la imposibilidad de llevarlas a cabo por el importe inicialmente fijado en el contrato.

El consorcio -integrado también por la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA- ha enviado a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) una nota de preaviso de suspensión de los trabajos, por la que esta dispone de 21 días para "cumplir con los requerimientos solicitados" si quiere evitar la paralización de las obras. Estos sobrecostes ascienden a unos 1.600 millones de dólares (1.168 millones de euros) y corresponden a supuestos incumplimientos contractuales por parte de la ACP a los que no ha dado respuesta, según los constructores.

Frente a esto, la Autoridad del Canal de Panamá ha rechazado de manera "categórica las presiones" del consorcio internacional para negociar "fuera del contrato" posibles sobrecostes. La Autoridad considera que el preaviso tiene "el único propósito de forzar a la organización a negociar (reclamos económicos) fuera de los términos establecidos en el contrato". Por su parte, Sacyr ha defendido que el consorcio "mantiene abierta" la interlocución con la ACP "para alcanzar un acuerdo satisfactorio que ponga fin al actual desequilibrio contractual".

La constructora ha reiterado que el preaviso se ha enviado debido a incumplimientos graves e imputables a la ACP y tras continuados esfuerzos para que esta atendiera a las reclamaciones del consorcio. Sin embargo, el exadministrador de la ACP Alberto Alemán Zubieta ha considerado que el consorcio "debe terminar" la obra y presentar, ahora o después, sus reclamos económicos por las vías establecidas en el contrato. "Están reclamando que esto le ha costado mucho más plata o que tienen pérdidas, pero esos son problemas que tiene ellos", ha añadido, "para mí no hay tal cosa (los sobre costos) porque ellos manejan y deben controlar sus costos". Las obras de ampliación del Canal de Panamá comenzaron en 2007 y se prevé estén listas en junio de 2015, nueve meses después de lo estipulado en el contrato.

El GUPC se adjudicó del proyecto de ampliación por un valor total de 5.250 millones de dólares (unos 4.032 millones de euros), de los cuales 3.118 millones (unos 2.278 millones) corresponden al contrato para la construcción de las nuevas esclusas. Ya en 2012 el consorcio reclamó 585 millones de dólares (428 millones de euros) por problemas con la mezcla de cemento, lo que fue rechazado por la Autoridad. Además, el pasado mes de diciembre, el consorcio presentó otra reclamación por 850 millones de dólares (622 millones de euros) que todavía no se ha resuelto.