Los países de la Unión Europea acordaron hoy pedir a la Comisión Europea que diseñe una "intervención temporal de emergencia" en el mercado eléctrico, por ejemplo, a través de un límite al precio del gas en la formación de precios de la electricidad.
Según las conclusiones del Consejo extraordinario de Energía a las que ha tenido acceso EFE, los ministros de Energía de los Veintisiete proponen al Ejecutivo comunitario que prepare "una intervención temporal y de emergencia, incluido un tope en el precio del gas". También proponen atajar los llamados "beneficios caídos del cielo" de las energías renovables, más baratas de producir pero que se benefician de los caros precios del gas.
"Las medidas específicas el respecto debería también ayudar a limitar el impacto de los elevados precios del gas en los mercados eléctricos de la UE y los precios energéticos para los consumidores", expresa a continuación un texto relativamente ambiguo y que no explicita si esta se parecería a la "excepción ibérica" que ya aplican España y Portugal.
Los ministros también acordaron estudiar "posibles opciones para la introducción de un límite de precio (de compra) a las importaciones de gas de jurisdicciones específicas", señala el texto, que no se refiere directamente a Rusia y subraya que aún hace falta "más trabajo para la posible introducción de esta medida".
"Algunos países nos han pedido que analicemos posibles límites de precio al resto del gas que la UE importa. Bueno, si el objetivo de nuestras políticas es contrarrestar las manipulaciones rusas de las entregas de gas a Europa, tiene sentido centrarse en el gas ruso. Pero en este momento todo está sobre la mesa. Un precio general al gas, incluido el gas natural licuado, puede suponer un riesgo de suministro", señaló la comisaria de Energía, Kadri Simson.
Los Veintisiete, en cambio, sí encargan también al Ejecutivo comunitario que dirige la alemana Ursula von der Leyen que proponga medidas para "limitar los ingresos de los productores inframarginales de electricidad con bajos costes de producción", como las renovables, la hidráulica y la nuclear, en línea con la idea esbozada por Bruselas hace dos días.
También instan a la Comisión Europea a introducir una "contribución de solidaridad" sobre las compañías petroleras y gasísticas que pueda ser usada para "mitigar el impacto de los precios de la energía en los consumidores".
Por otro lado, piden que Bruselas presente la próxima semana una propuesta legislativa para "incentivar una reducción coordinada de la demanda de electricidad en la UE para aliviar la presión sobre la generación eléctrica" y no descartan un ajuste del sistema de comercio de emisiones de CO2, pero respetando los compromisos climáticos.
Por último, los titulares de Energía de los Estados miembros encargan a Bruselas que diseñe "instrumentos de liquidez de emergencia" para garantizar que las empresas tengan fondos suficientes en el contexto actual de "elevada volatilidad" en los mercados de futuros.
"Hemos acordado la necesidad de una solución urgente y robusta. No ha sido una discusión fácil ni tampoco será la última, pero hemos conseguido encontrar una clara dirección de las medidas que deben tomarse", dijo en rueda de prensa el ministro checo de Energía, Jozef Síkela, cuyo país ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE.
El titular checo no descartó que se convoque otro consejo extraordinario de Energía a finales de septiembre para avanzar en la respuesta a la crisis.
Ribera se muestra convencida del acuerdo
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se ha mostrado este viernes dispuesta a que la UE imponga un precio máximo de compra al gas ruso y pidió también una reflexión sobre la falta de transparencia en los mercados gasísticos.
"Hay algunos países que no apoyan la idea de limitar nada que proceda de Rusia, no muchos" y "hay una inmensa mayoría de países que entienden que es importante medir bien pero tomar medidas en esa dirección y que la consecuencia de una medida como esa está ya descontada por cómo vamos viendo que van ocurriendo las cosas en la relación con Rusia", ha declarado Ribera a su llegada a Bruselas a un consejo extraordinario de ministros de Energía de la UE.
A su vez, Estonia ha señalado que limitar el precio del gas no influirá en lo que haga Rusia. "Muy pocas cosas de lo que haga Rusia depende de nuestras decisiones. No importa realmente si ponemos un tope de precio", ha dicho a la entrada de la reunión la ministra estonia de Energía, Rinna Sikut.
Ribera también se ha referido a la necesidad de indicar a los mercados, más allá del gas ruso, el precio que está "dispuesto a pagar" Europa por ese hidrocarburo a otros proveedores, aunque reconoció que es "un tema mucho más sensible, más delicado y menos trabajado todavía" y ha reclamado transparencia en un mercado con "un alto componente especulativo" que "debería corregirse".
La ministra española ha agregado en ese sentido que es importante obtener "transparencia con respecto a la configuración de precios en las plataformas de compra" de gas, ha dicho en particular al mercado holandés TTF de referencia en Europa.
"Necesitamos tener claro qué es lo que ocurre con los países productores y si son aliados nuestros en este debate, necesitamos tener claro cómo es posible que haya un diferencial de precios tan importante, por ejemplo, entre el mercado ibérico de gas natural licuado y el mercado holandés TTF", ha dicho.
Algunos Estados miembros como Alemania se muestran reacios a topar el gas ruso porque podría comprometer la seguridad de suministro mientras que otros países se han manifestado a favor del techo, como Francia, y otros, como Polonia, Estonia, Luxemburgo, Eslovenia o Bélgica, creen que debería extenderse al conjunto del gas que importa Europa.
"Hace falta un techo a todo el gas para poder controlar la factura y hacer bajar el precio de la energía. Pagamos en Europa mucho más que en Asia" y hay que "borrar ese superávit ligado a la guerra", ha dicho la ministra belga de Energía, Tinne Van der Straeten.