La empresa Perpetual Guardian ha realizado una prueba con sus 240 empleados durante los meses de marzo y abril en el cual reducían a cuatro días su semana laboral pero ganando lo mismo que si trabajasen cinco días. Según el diario 'The Guardian' el experimento ha sido un éxito.

El objetivo del fundador de la empresa, Andrew Barnes, ha sido que sus empleados tuviesen un mejor equilibrio entre su vida profesional y personal. Además de ayudarles a centrarse más en su trabajo mientras están en la oficina ya que el día extra les permite poner en orden sus tareas domésticas.

Los resultados de este experimento han concluido que hay un aumento de satisfacción tanto en sus casas como en su puesto de trabajo. Así las respuestas positivas han aumentado un 24% respecto a meses anteriores. También, el nivel de estrés del personal bajó un 7% y mejoró la estimulación, el compromiso y el sentido de la responsabilidad de los empleados.

Respaldando este resultado la catedrática de la Universidad de Auckland, Helen Delaney, ha declarado a 'The Guardian' que "esto es porque los empleados fueron incluidos en la planificación del experimento y jugaron un papel clave en el diseño de cómo se manejaría la semana de cuatro días para no afectar negativamente a la productividad".

Barnes también dice estar contento con los resultados de la prueba y cree que "los empleados tienen menos posibilidades de desarrollar enfermedades mentales si tienen más tiempo para ellos mismo". Incluso el ministro de relaciones laborales de Nueva Zelanda mostró interés por el experimento y ha animado a otras empresas a encontrar otros modelos de trabajo.