La gran subida de los precios del gas y la vuelta del frío ha hecho que muchas personas busquen soluciones para no pagar tanto en su factura.

Así, muchos han mirado a la leña y a las chimeneas tradicionales, que, pese a subir de precio con una inflación que no ha perdonado a nada ni a nadie, lo han hecho menos que el gas.

Los aserraderos llevan todo el verano preparando los próximos meses. En lo que llevamos de año, la leña se ha encarecido cerca de un 15%, mientras que en el gasoil calefacción supera el 80% y en el gas natural, el precio en agosto llegó a multiplecarse por seis, como vemos en el vídeo que acompaña a estas líneas.

En tiendas especializadas, reconocen que están teniendo retrasos para instalar chimeneas debido a la demanda actual, pasando de apenas unas semanas a más de un mes para su instalación.