LaSexta Noticias y El Confidencial llevan una semana desvelando los nombres de la Lista Falciani, una lista que recoge los clientes del HSBC en Suiza. En ella aparece por ejemplo Emilio Botín, que teína una cuenta en el HSBC controlada por hasta seis testaferros diferentes. 80 millones de euros que se gestionaban a través de una telaraña de empresas con sede en paraísos fiscales. Los Botín regularizaron el dinero pagando unos 210 millones a Hacienda.

Las grandes redes corruptas españolas también aparecen en la lista. Francisco Correa, presunto cabecilla de la trama Gürtel, el exalcade de Boadilla, más conocido como 'El Albondiguilla', o David Marjaliza, el cerebro y socio de Francisco Granados en la trama Púnica, escondían las supuestas comisiones ilegales en cuentas suizas.

Otro nombre muy llamativo, el instituto de religiosas de San José de Gerona, que a pesar de ser una organización sin ánimo de lucro, tenía una cuenta de más de tres millones de dólares.

Así hasta 2694 nombres de españoles, todos operaban igual. Los llamados peregrinos del cash viajaban a Suiza a pasar el día y volver con grandes cantidades en efectivo. "Para poder sacar grandes cantidades de dinero sin que quedara ningún rastro la única manera era ir a Zurich y vistar a tu banquero para que te lo diera, eran sus cajeros automáticos", cuenta la periodista Mar Cabra.

Entre la clientela destaca un colectivo, las amas de casa. Un ejemplo, la anónima Hanne Tox, de 57 años. En 2005 voló desde Dinamarca a Ginebra para reunirse con su agente bancario, quería abrir una sociedad off shore. Después, cogió el puente aéreo para volver a casa pero meses más tarde volvió a Suiza, durmió en un hotel de 5 estrellas, hizo compras y se pasó por la sociedad bancaria a retirar 13.000 euros. "Típicos muleros como vemos en las películas. Llegan al banco con el maletín llaman al director y le dice tengo un millón de euros, qué hago con ello", explica el experto en blanqueo de capitales Juan Carlos Galindo.