El número de españoles que compra a través de Internet ha aumentado un 50% en la última década, según datos de Eurostat. La comodidad y la rapidez son los factores más importantes a la hora de que cada vez más los consumidores se decanten por la compra online.

Internet permite comparar precios sin tener que recorrer diferentes establecimientos de forma física. Además, cuenta con la comodidad de que te traigan el producto a casa, evitando colas y esperas en los negocios.

Sin embargo, a medida que aumenta la tendencia de compra también lo hacen los ciberdelincuentes y los trucos que emplean para espiar, robar contraseñas y acceder a datos personales confidenciales, entre los que se encuentran los bancarios. Por eso, es de suma importancia tener en cuenta ciertas pautas que hagan que la compra online sea una experiencia satisfactoria libre de peligros que en muchas ocasiones los internautas pasan por alto por desconocimiento.

Cuenta con un antivirus actualizado

El paso previo antes de comenzar as compras online es tener el antivirus y el firewall instalados y actualizados.

Nunca compres conectado a una red WiFi pública

En ningún caso optes por realizar actividades importantes con una red WiFi pública ya que pueden acceder a tu información y controlar los datos que se transmiten entre tu ordenador personal y la zona WiFi.

Asegúrate de que se trata de una conexión segura

En primer lugar, comprueba que la dirección de la web comienza con 'https://' en lugar de 'http://'. Esto, que a simple vista, puede parecer que carece de importancia, difiere a la página en que al añadir la 's', indica que se trata de un sitio seguro. Revisa, asimismo, que justo al lado de la dirección de la web haya un candado que indica la validez de su certificado de seguridad para que los 'ladrones' no puedan robarte información.

Comprueba que se trata de una empresa fiable

Cualquiera podría crear una tienda virtual con el único fin de estafar al consumidor aprovechándose de que la mayoría no verifica que se trate de una empresa segura, dejándose llevar simplemente por aquel que ofrezca los productos a menor coste.

Para averiguar con quién estás tratando, comprueba que hay una persona responsable del negocio, así como un número de teléfono válido al que puedas llamar en caso de duda o problema. Internet permite, además, comprobar la reputación del vendedor a través de las opiniones (positivas y negativas) que los consumidores publican y que nos pueden servir de guía.

Evita usar tu correo electrónico para hacer transacciones

La vía email no es segura para transmitir información financiera, por lo que se debe hacer siempre desde la página web de la empresa.

Ningún negocio que vende de forma legítima te pedirá que realices tu compra a través de tu correo personal, así como tampoco que hagas transferencias en efectivo. Si lo hace, descártalo.

Usa contraseñas seguras

Normalmente, es necesario estar registrado en la página para poder hacer una compra. Es importante poner una contraseña diferente a la del correo electrónico o redes sociales para estar más protegido. En este caso, las mejores contraseñas son aquellas en las que se combinan letras mayúsculas y minúsculas con números.

Tómate tu tiempo para leer la 'letra pequeña'

A la hora de hacer una compra por Internet, nuestras dos mayores preocupaciones son la privacidad de nuestros datos, así como la posibilidad de devolver el producto en caso de que esté dañado o no cumpla con los requisitos esperados. Por eso, es tan importante leer la política de privacidad donde se explica para qué van a utilizar nuestros datos. Si la empresa no tiene, es recomendable buscar otro lugar donde hacer las compras.

También es importante asegurarse de que el negocio cuenta con política de cambios y devoluciones y que no nos hagan pagar por el coste del transporte en caso de que queramos devolver el producto.

Guarda siempre una copia de las operaciones realizadas