Bill Gates ha anunciado que deja su puesto en la junta directiva de Microsoft, la empresa que cofundó en 1975 junto a Paul Allen, lo que supone que por primera vez no tendrá ningún cargo formal en la compañía tras 45 años.

La firma con sede en Redmond, en Washington, Estados Unidos, ha revelado la renuncia de Gates en un comunicado, en el que ha indicado que el multimillonario ha tomado esta decisión para dedicar más tiempo a sus "prioridades filantrópicas" en salud y educación internacional y lucha contra el cambio climático.

Además de Microsoft, Gates también ha renunciado a su puesto en la junta directiva de Berkshire Hathaway, el conglomerado empresarial que dirige su amigo Warren Buffett.

"He tomado la decisión de dejar mi puesto en las dos juntas en las que sirvo para dedicar más tiempo a mis prioridades filantrópicas. El liderazgo en las empresas de Berkshire y en Microsoft nunca ha sido más fuerte que ahora, así que es el momento adecuado para dejarlo", ha explicado.

Bill Gates fue consejero delegado de Microsoft hasta el año 2000, cuando le sucedió en el cargo Steve Ballmer, quien posteriormente sería relevado en 2014 por el actual, Satya Nadella.

Ese mismo año, el multimillonario dejó de ser director de la junta directiva, aunque su dedicación a la empresa ya se había visto reducida desde unos años antes cuando empezó a centrarse en la Fundación Bill y Melinda Gates, que dirige junto a su esposa.

"Dejar la Junta de Microsoft no significa de ninguna manera que vaya a abandonar la compañía. Microsoft siempre será una parte importante de mi vida laboral y seguiré en contacto con Satya Nadella y el liderazgo técnico para ayudar a dar forma a la visión de futuro de la empresa y a lograr sus ambiciosos objetivos", ha apuntado.

Según la revista 'Forbes', Gates, que posee un 1,36% de las acciones de Microsoft, es en la actualidad la segunda persona más rica del mundo con una fortuna estimada de 96.500 millones de dólares, solo por detrás del fundador y consejero delegado de Amazon, Jeff Bezos.