Continúa la investigación

Los detalles del parricidio del expiloto Antolín González: la búsqueda del arma y una versión que suscita dudas

El contexto Antolín González ha confesado haber matado a su padre el pasado cinco de julio, aunque alega que fue un accidente.

Punto donde Antolín González se deshizo del arma del crimen.
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Casi cuatro meses después, el expiloto Antolín González, asesino confeso de su padre, ha decidido colaborar con la justicia y ha prestado declaración. El acusado ha admitido que le mató asestándole una puñalada en el cuello el pasado cinco de julio.

Ha explicado que ese fue día a ver a su padre a la nave industrial regentada por la familia a las afueras de Aranda de Duero, en Burgos. Empezaron a hablar y tuvieron una discusión.

Según ha dicho, es el padre el que empuñaba el cuchillo, una especie de machete de entre 10 y 15 centímetros de hoja, y le amenazó. Forcejearon y accidentalmente le apuñaló en el cuello.

Huyó de la escena del crimen y se deshizo del arma, que todavía se sigue buscando.

Después de la declaración en sede judicial, Antolín ha acompañado a la Policía al punto cerca del río Bañuelos y ha mostrado las zarzas donde se deshizo del arma y de una mochila que había llevado del gimnasio y que también tiró.

El cuchillo es clave

La mochila se ha encontrado, pero el arma todavía no. Los investigadores afirman que la siguen buscando porque es importante para el caso.

Aseguran que solo tienen huellas del padre en la funda del machete, que era propiedad de la empresa. No se sabe si en el momento del crimen hubo que desenfundar el cuchillo o ya se había sacado.

Un detalle que podría ser determinante para entender lo ocurrido realmente el día del asesinato.

Sin geolocalización

La declaración es importante, no solo porque haya confesado el parricidio, sino porque en el momento de los hechos no había ni cámaras ni testigos.

Sin embargo, otra cuestión que no termina de convencer a los investigadores es que tampoco hay datos de geolocalización por el móvil.

El acusado ha dicho que se dejó el móvil en el gimnasio, una versión que ha generado ciertas suspicacias. Había cinco kilómetros entre el gimnasio y la nave y consideran que actualmente es poco habitual que un joven se mueva sin un móvil sin darse cuenta.

Un accidente

El acusado, de 23 años, ha sostenido que la puñalada fue accidental y su defensa dice que estaba bajo una importante presión psicológica.

Afirma que sus padres se acababan de divorciar y que la madre había puesto dos denuncias por malos tratos al padre. Además, la familia ha defendido públicamente a Antolín y no hay ninguna acusación particular en el caso.

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