En algunos sectores, ya es un hecho. Los avances tecnológicos han venido para modernizar muchos empleos contra los retos del futuro. Una adaptación que afecta también a las personas que trabajan en ellos. Según el último informe del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés, también conocido como el Foro de Davos), el 23% de los empleos en el mundo se verá afectado por estos cambios, para bien, o para mal, en los próximos cuatro años. En España, el porcentaje es algo menor, del 17%.

ElInforme sobre el futuro de los empleos de 2022augura la destrucción de más de 83 millones de puestos de trabajo, así como la creación de 69 millones más. Esto dejaría un saldo negativo de un 2% en el mercado de trabajo mundial.

Son cambios que ya se perciben en el sector de la agricultura y la ganadería, que tiene la necesidad de adaptarse para "asegurar una producción de alimentos suficiente en cantidad y en calidad", en palabras de Irene Paredes, ingeniera agrónoma y cofundadora de Innovarum, una empresa que busca ayudar a encontrar financiación a pequeños proyectos de agrotecnología. Todo "para una población que cada vez va creciendo más", dice, contando "con cada vez menos recursos disponibles" debido en gran medida al cambio climático, sin olvidar "el enfoque ambiental".

Para ella la solución pasa por aumentar "la eficiencia de la producción agraria y de la transformación agroalimentaria", algo que solo se consigue mediante "la agrotecnología". Soluciones como las que plantea Ismael Navarro para sus cultivos en Valencia con "radares, sondas de precisión, GPS, drones para hacer aplicaciones fitosanitarias muy localizadas, para que el coste sea el mínimo para el agricultor y el coste medioambiental sea el mínimo para el medio ambiente".

Faltan trabajadores del campo, conductores y profesores

Por todo esto, el mundo va a necesitar un 30% más de operadores de equipos agrícolas en 2027 para ayudar a solventar estos retos, que ya a día de hoy tratan de cambiar el paradigma del sector. "No solo generan empleo, sino que genera empleo más atractivo también", asegura Irene, al ser el campo "un sector durísimo".

Faltan agricultores y ganaderos y también faltan camioneros y conductores de autobús. Es otra de las conclusiones del informe del Foro de Davos, que augura que el mundo necesitará un 12,5% más de profesionales para este sector, de aquí a 2027. El problema es que no es una profesión atractiva para los jóvenes, y a esto se unen los cambios en el comercio mundial y en las cadenas de suministro, derivados de la pandemia.

Cerraría este 'top tres' el sector de la docencia, ya que el mercado laboral necesitará un 10% más de profesores dentro de cuatro años. Eso sí, con unas condiciones que ya adelanta Camilo Pardo, profesor de Secundaria en A Coruña: "Es cierto que probablemente necesite un cierto grado de reciclaje y, sobre todo, necesitará una dosis de formación por nuestra parte". Según el informe, seis de cada diez trabajadores necesitarán especializarse para 2027.

Los trabajadores que irán 'desapareciendo'

En el otro lado, los puestos que más van a desaparecer como consecuencia de estos cambios globales. Entre los primeros, los empleados de datos, los secretarios y personal administrativo, los guardias de seguridad, conserjes, amas de casa, o los cajeros, taquilleros y reponedores. Solo entre los tres primeros, podrían llegar a perderse hasta 26 millones de empleos, de aquí a 2027.

Para entonces, las "máquinas" habrán ganado mucho más terreno en el entorno laboral global. Según el Foro Económico Mundial, si actualmente, el 61% del trabajo lo hace una mano humana y el 39%, una máquina; para entonces, estos porcentajes se igualarán hasta un 53% y un 47%, respectivamente. Sin embargo, también concluyen que el entorno digital no destruirá más empleo del que es capaz de crear, eso sí, con otras especificaciones técnicas.