"Hay que trabajar, pero rápido, aún más rápido, durante más horas si hace falta, porque lo importante es cumplir los objetivos". Esta idea de darlo todo hasta desfallecer se enmarca en un modelo que lleva tiempo cuestionado.

Primero, por el 'coaching y la autoayuda' con frases como la de Greg McKeown, autor de Efforless: "El esfuerzo es finito, cuanto más nos esforzamos más nos agotamos, y cuanto más nos agotamos más caen nuestros resultados".

Pero ahora también en el ámbito científico, como apuntan varios estudios universitarios de Columbia, Harvard y Arizona: lo ideal, establecen, es dar menos, para dar más cuando se necesite.

Lo que indican estos estudios es que dar mucho, pero no todo, lleva a una mayor productividad y aprendizaje que exigirse el máximo siempre. Algo que, en cambio, frustra y agota.

Un caso extremo de dar el máximo durante todo el tiempo fue el que promulgaba hace casi una década la fábrica Foxconn, una delegación de Apple en China. Federico Casado Reina, psicólogo, relata que "rendían al 150% todo el tiempo, y esto provocó suicidios".

Y el mejor escaparate de dar un poco menos para lograr los objetivos, en lugar de dar el máximo siempre hasta frustrarse, es el deporte de élite, donde el trabajo mental clave para lograr el éxito físico.

Enrique Cantón, especialista en psicología del deporte, relata que "bajar un poquito no impide conseguir el 10, lo pone más fácil de hecho desde un punto emocional y motivacional".