Entre 2004 y 2019, Roger FedereryRafa Nadal se enfrentaron en 40 partidos oficiales entre Grand Slam y ATP World Tour. 24 victorias fueron para para el genio de Mallorca, y 16 para el mago de Basilea.

La primera vez fue en la ronda 32º del Master de Miami de 2004, donde Rafa ganó con un doble 6-3. Aunque el duelo más recordado en sus inicios fue la final de Roland Garros de 2006, donde Nadal venció 1-6, 6-1, 6-4, 7-6, coronándose así por primera vez en París.

Comenzó a ser habitual verles en finales de Grand Slam: Wimbledon de 2006 (ganó Federer) Roland Garros 2007 (ganó Nadal), Wimbledon 2007 (ganó Federer), Wimbledon 2008 (ganó Nadal), Open de Australia 2009 (ganó Federer).

La competencia fue de dimensiones épicas, pero el carácter de ambos hizo que poco a poco se forjara un amistad que aún perdura. Aunque el suizo esté retirado aún sigue muy presente en el circuito. Ya se dejó ver por Wimbledon, y actualmente se encuentra en Nueva York.

En un acto con varios niños se le preguntó por cómo fue evolucionando su relación con Rafa Nadal, y Roger Federer comenzó a recordar esos inicios: "Cuando llegué a la gira vi al joven Rafa. Era extremadamente bueno desde muy joven".

"Era increíblemente respetuoso y también muy tímido. Me tenía un respeto increíble, no es que ya no lo tenga. Simplemente es diferente porque somos amigos", destacó.

"Luego vi a Rafa crecer en su personalidad, adquirió más confianza, obviamente tenía sus propias ideas, y empezamos a jugar el uno contra el otro cada fin de semana", dijo.

Con el paso del tiempo ambos fueron creciendo juntos y mientras se disputaban títulos también había hueco para empatizar.

"Siempre nos hemos llevado bien, no sólo nosotros dos, sino también nuestros equipos, es decir, mis padres, sus padres, mis entrenadores, sus entrenadores, su hermana, mi hermana...", desveló.

"Todo el entorno era muy respetuoso. Cuando nos hicimos mayores y supimos que el tiempo pasaba y que quizá no nos veríamos tan a menudo, tuve familia, lo que cambia a alguien por completo de todos modos", añadió.

"Empezamos a hablar de otras cosas de la vida, como las lesiones, los hijos, él también es padre ahora, así que las conversaciones cambiaron y en el proceso también respetamos la rivalidad que solíamos tener", explicó.

Mientras los presentes en Nueva York escuchaban sus palabras sin perder ojo, Federer suspiró y concluyó con una frase que refleja los sentimientos de muchos fanáticos: "Es genial y ojalá pudiera volver una vez más y demostrar al mundo del tenis y a los aficionados lo bueno que es".