Todavía se recuerda lo ocurrido en septiembre de 2022, momento en el que Roger Federer colgó la raqueta en la Laver Cup, acompañado de leyendas como Novak Djokovic, Andy Murray, y sobre todo, su gran amigo Rafa Nadal.

El extenista a sus 41 años ha concedido una entrevista a 'The New York Times' rememorando el momento en el que puso el broche a una trayectoria brillante: "Al final me sentí aliviado y feliz de retirarme. Terminó de la manera más perfecta en la Laver Cup".

"Estaba rodeado de mis mayores rivales y mi familia y amigos estaban allí", dijo. "Para mí fue como 'Ok, estoy bien ahora. Ya no necesito perseguir ese deseo'", expresó con alivio el ganador de 20 Grand Slams.

A pesar de que su retirada llegó en 2022, en 2020 tan solo jugó un partido oficial, y en 2021, medito seriamente si la decisión debía tomarla antes de tiempo después de ser operado de la rodilla.

"La vida sin el juego, la vida sin los fanáticos y la vida sin el calendario que ha dominado mi vida durante 25 años definitivamente ha sido algo que no sabía como iba a tomarlo", comentó. "Durante mucho tiempo traté de regresar y darle una oportunidad más y dejar de jugar de una manera saludable, pero no fue posible", reflexionó.

La vida familiar de Roger Federer

Federer fue uno más viviendo en primera persona la final de Wimbledon junto a los suyos, algo que a su propio padre le sorprendió porque no jugó ningún partido de exhibición en la pista central. El extenista suizo destacó cómo es su nueva vida alejado de las pistas y volcado con su familia. "Empecé a hacer más viajes que son divertidos".

"Llevé a mis hijos a Lesoto para el viaje de mi fundación en África, fuimos a la Met Gala, estuvimos el Orient Express con mis padres, cosas que simplemente no eran factibles cuando jugaba porque me quitaban demasiado tiempo del juego", concluyó Roger Federer.