30-30 en el set que sería definitivo del Nadal-Cilic. El rival del español sube a la red, hace una dejada que parece inalcanzable para cualquiera... menos para Rafa.
El español llega como una centella a esa bola que parece imposible, saliéndose de los propios límites de la pista, para clavarla en la esquina de su rival.
El público de la Arthur Ashe no se lo podía creer, incluso Tiger Woods lo celebró como si él mismo hubiese ganado el punto. Sin duda, la acción de lo que llevamos de US Open.