El tobillo derecho deAlexander Zverev se torció sobre la arcilla de la Philippe Chatrier en el segundo set, lo que obligó a abandonar el partido.Rafa Nadal acudió inmediatamente y se interesó por la lesión de su rival, un gesto fuertemente aplaudido por el mundo del tenis.
Se jugaba el undécimo juego del segundo set y el partido superaba las tres horas de duración cuando Nadal movía a Zverev en el fondo de pista. Después de una derecha profunda del manacorí, el tenista alemán, que ocupará la segunda posición del ranking de la ATP, se torció el tobillo derecho e, inmediatamente, comenzó a gritar de dolor. Sus llantos silenciaron al público, expectante a cómo Rafa Nadal se acercaba, con gesto serio, consciente de lo que ocurría, a su rival.
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— Roland-Garros (@rolandgarros) June 3, 2022
Zverev continuaba llorando ante la atenta mirada de Rafa Nadal, e unas imágenes que erizan la piel. La final se paró por unos instantes y 'Sascha' abandonó la pista en silla de ruedas. Pero los gestos de deportividad de Rafa Nadal no terminaron ahí. Acudió al vestuario donde el tenista germano estaba siendo atendido por los fisioterapeutas del circuito, le volvió a acompañar a la pista y ambos se fundieron en un emotivo abrazo, mientras el público aplaudía, a modo de despedida, al actual número tres del ranking de la ATP.
"Es muy duro y triste para él. Estaba jugando un torneo increíble. Sé cuánto está luchando para ganar un Grand Slam, pero hasta el momento ha tenido mala suerte", indicó Rafa Nadal al término del encuentro. El español, que disputará la final de Roland Garros el domingo 5 de mayo, le deseó "todo lo mejor y una rápida recuperación" a Alexander Zverev, cuyas palabras confirman la gravedad de la lesión. "Parece que es muy grave, pero el equipo médico y los doctores todavía lo están mirando", comentó 'Sascha' en sus redes sociales.
"Es difícil decir algo en esta situación. Para mí es un sueño volver a la final de Roland Garros una vez más, pero al mismo tiempo, no de esta manera. He estado con él antes de volver a pista y es muy duro verle llorar", sentenció Nadal, que mañana disputará su decimocuarta final de Roland Garros.
