El K2 y sus 8.600 metros de altura lo convierten en la segunda cima más peligrosa del planeta. No obstante, en un solo día se han registrado 145 ascensos, casi la mitad que en toda su historia, lo que supone un grave riesgo para los alpinistas y para el propio entorno.

Esta cima fue conquistada por primera vez en 1954. En los 42 años posteriores, subió menos gente que este 2022 en un solo día. Lo cierto es que este ecosistema ha permanecido prácticamente virgen... hasta ahora, con cientos de personas transitando por un glaciar con lo que eso conlleva a nivel de deshechos.

Esta montaña alberga peligros que ya se han cobrado la vida de cerca de un centenar de alpinistas y ha causado problemas incluso a los más experimentados, como Juanito Oiarzabal, al que le amputaron los diez dedos de los pies en ese ascenso.

Desgraciadamente, masificaciones como las que hemos visto en el K2 se han vivido en otras cimas como el Himalaya, donde se dieron en 2012 y 2019, así como en el Everest, que también tuvo cientos de turistas en un solo día.