La FIFA, a través de Andy Roxburgh, uno de los expertos analistas de su Comité de Estudio Técnico, ha admitido la influencia y "el efecto" de Pep Guardiola en el juego que se ha presenciado durante la Copa del Mundo celebrada en Rusia.

"En esta Copa del Mundo, podemos ver una presión intensa, lo que llamamos "el efecto Guardiola", y una gran variedad de estilos que convirtieron a los partidos increíblemente excitantes de ver", comentó el escocés de 74 años.

Andy Roxburgh (Glasgow, 1943) fue un delantero escocés entre los años sesenta y setenta, que después fue el seleccionador de su país entre 1986 y 1993. Fue el técnico de la 'Tartan Army' en el Mundial de 1990 y la Eurocopa de 1992. Lleva trabajando con la FIFA desde el Mundial de 1986.

Ahora, Roxburgh forma parte del Grupo de Estudio Técnico (TSG) de la FIFA, un compendio de expertos que se encarga de analizar cada encuentro del Mundial y que este jueves ha atendido a la prensa en el estadio Luzhnikí en Moscú. Junto al escocés, el TSG lo completan Bora Milutinovic, Emmanuel Amunike, Marco van Basten y el adalid del grupo, el brasileño Carlos Alberto Parreira.

El brasileño Parreira, por su parte, ha destacado que el talento "es la mayor arma de un equipo", pero a su vez se debe "estar preparado y demostrar compromiso, hambre y pasión para ganar".

Van Basten ha querido centrar el foco en Luka Modric y Croacia, finalista, que tiene la oportunidad de conseguir su primer Mundial. "Luka Modric lee muy bien el juego y guía a su equipo. Tener un jugador como él, te lleva lejos. Sin embargo, la mayor fortaleza de Croacia es su espíritu de lucha. Lo mostraron en todos los partidos", comentó antes de razonar que la presencia de Francia en la final es "casi lógica".

Por su parte, el nigeriano Amunike manifestó que el Mundial había sido "decepcionante" para los países africanos; mientras que Milutinovic aseguró que Brasil, Argentina y Alemania volverán "más fuertes" tras no haber alcanzado las semifinales en este torneo.